Les Choristes

O en España, siempre dispuestos a no respetar los títulos originales de las películas: Los chicos del Coro. Fuimos a verla el domingo y todavía estoy onnubilada. Es preciosa. En la mejor línea de El club de los poetas muertos y cosas así que nos gustan a los profesores, pero con ese toque de distinción y ternura que le aporta su condición de europea, y más concretamente, francesa.
Además, llevo toda la semana esuchando la música y claro, una se deja llevar por el optimismo y las buenas intenciones que desborda y no puedo dejar de recomendar que vayáis a verla si no lo habéis hecho ya.
Por lo demás, luego está la cruel realidad. Ayer tuve miedo:
Estaba en una de mis horas de biblioteca y llegó Presen, (a la que tengo que dedicar un post, porque es espectacular), con un grupo de diversificación. La diversificación consiste en adaptar las materias que tienen que aprender a un grupo de chicos que no son capaces de sacarse la ESO si no es con esa adaptación. Imaginaos pues, que esos cursos de diversificación, (en un rapto de locura se le llama "diver"), agrupan a chicos de una determinada clase. Habitualmente son chicos un poco lentos, o un mucho vagos, pero es que lo de ayer era como de Alguien voló sobre el nido del cuco.
Presen y yo poniendo tejuelos a libros mientras que los chicos hacían unos mapas de América del Sur. Presen les había dado una lista de cosas que no habían entregado, y una rubia angelical, modelo lolita, manipulaba sutilmente a una morenita poca cosa, sosteniendo reiterada y descaradamente que era mentira que ella no hubiera entregado los trabajos, era que Presen los había perdido. No podéis imaginar con qué desfachatez lo decía, y lo peor, cómo hacía decirlo a la otra. Presen me lo contaba bajito al oido, y un elemento, al fondo de la Biblioteca se daba cuenta de que Presen y yo estábamos hablando de la Lolita. Así que se levanta, se acerca a Lolita, y le dice, gritando y mirandonos a nosotras: "Me dejas un lápiz", luego, se acerca a su oido y le susurra algo. Lolita nos mira con cara de odio. Yo se lo comento a Presen, y el chico grita desde el fondo de la biblioteca. "Es que no puedo pedir un lápiz". Yo me partía de risa por la ingenuidad y el descaro del tipo. Y el tío gritaba como un loco. Presen le llama la atención y le dice "cállate que estamos en la biblioteca y luego cuando vas a jefatura ya sabes lo que te pasa". y el tío grita "Me estás amenazandoooooo". Qué miedo, Yo tragué saliba, y me di cuenta de que con algunos críos, no vale el buen rollo, que hay gente que tiene un poquito de paranoia ya desde la adolescencia, y que esos son los descerebraos del futuro. Ahora cada vez que me encuentro al chaval por el pasillo no le miro porque me acojona. Creo que es mejor hacer como que no le ves, por si acaso se le vuelve a cruzar un cable. Qué profesión de riesgo, esto no está pagao