Nadie dijo que esto fuera fácil

Hoy se cumple una semana desde que empecé a dar clases. Y curro más que en mi anterior trabajo porque aunque esté menos horas en el centro de trabajo, me traigo curro a casa. Corregir pruebas, preparar las clases, encontrar un sinónimo de cortés para un crucigrama sino-anto-nímico que cuadre aqúí: - r - - e - -, (hay que ver los listos que son los creadores de libros de textos), en fin, todo eso, pero mola. La verdad es que mola ser profe. Hoy Marcelo (que parece de esos que le dicen a la gente lo que quier oir) me ha dicho profe, sabes que eres nuestra profe favorita? ya, le he contestado yo, eso se lo dirás a todas. Pronto empezamos. Les dije la semana pasada que tenía ojos en el cogote y se lo han creído, porque cuando estoy escribiendo en la pizarra (palabra de origen vasco, esto lo he aprendido hoy, por cierto), les digo, sin volverme, manuel, cállate, marcelo, deja en paz a la jessi, isabel, estate quieta. Son superdivertidos. Lo malo es cuando tú estás explicando algo que tú no entiendes muy bien, como los elementos de la comunicación que no son los típicos del esquema de Jackobson, y te miran como si fueras un extraterreste. Ahí es cuando me cago las patas pabajo. ¿será que yo no lo entiendo bien o será que no lo sé explicar bien? Bueno, será cosa del novatismo. Saludos a jsanto allí donde esté.