domingo, noviembre 14, 2004
Domingo casero
Hoy ha hecho un día increible. Nos hemos ido a dar un paseito por el campo con el perro y daba gusto pasear. Hasta se podía ir en manga corta. Así que nos hemos puesto a recoger palitos de encina de los que hay secos debajo de los árboles, mientras que el perro bebía agua de todos los charcos. Los palitos de encina son para hacer una barbacoa. Es genial, te levantas el domingo tarde, porque pierdes ( o ganas) tiempo en la cama, estando ya despierto, te vas al campo en un momento, recoges ramas, y te improvisas una barbacoa en un momento. Una barbacoa para dos, unos filetes de ternera, unas patatas asadas y hemos comido fuera, al sol, con nuestro vinito y todo. Era todo idílico, la verdad. Aunque tenga que hacer 120 kilómetros diarios para ir y venir del curro, no me arrepiento nada de nada de haber venido a vivir aquí. Es un lujazo.
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