¡Por fin se acabaron las clases! No recuerdo haber estado tan cansada desde que empecé a trabajar en esto. Puede deberse a la medio resaca que me acompaña por la cenita-copas de ayer, o quizá a la intensidad de la última semana en cuanto a relaciones se refiere. Que el mundo de las relaciones humanes es complejo, está más que dicho. Pero luego hay que vivirlo. Conocer a gente nueva, descubrirles maravillosos, y luego, empezar a tejer el telar de la relación con cada una de esas personas,que, a veces es liviano pero resistente y brillante, inmune al tiempo y a la distancia. Pero otras veces es espeso, intrincado, y difícil de manejar. No quiero alejarme de este tipo de relaciones intensas y dificultosas, porque creo que, aprendiendo a manejarme en ellas, creceré. Sin embargo, es doloroso el crecimiento.
Creo que este post me ha quedado demasiado ampuloso, seguro que es la resaca, sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario