Además están mis alumnos actores, este año increiblemente apáticos, aburridos, torpes (salvo honrosas excepciones) y que están haciendo que me cueste un mundo llevar a cabo los montajes que había pensado. ¡Qué diferencia con el placer que me producía el taller de teatro el año pasado! A veces creo que me he equivocado al elegir el texto. A veces Tres sombreros de copa me parece aburrido hasta a mí, y eso que me encanta. Ya no sé que hacer para motivarles. No se aprenden una triste escena ni a la de tres.... ¿Cuándo va a acabar este maldito curso?
Estoy perdiendo los papeles día a día. Hoy le he dicho a un chaval que me ha preguntado una obviedad después de que llevaba toda la hora hablando de lo mismo que dejara ya las drogas. Me he pasado tres pueblos. Y lo estoy pagando. Llevo toda la tarde pensando que me he pasado. Estoy segura de que eso es puro agotamiento. Así que cuelgo esa foto de la Isla de Kampa para recordar que hay otros lugares más allá del instituto y de mi pueblo. Que quedan solo dos mesecitos para poder largarme a ver mundo y para alejarme de los chicos, de los exámenes, de los paros parciales, de las reivindicaciones, los actores-marmota y los profesores-ardilla. Qué ganas tengo de vacaciones.
6 comentarios:
Te echaba de menos por estos barrios, y te echamos de menos, os echamos de menos, el domingo. Hay días en que lo más bonito sucede cuando se acaban. Pero no desesperes. Sabes que estás en una carrera de fondo, que el resultado se notará tras muchos kilómetros de esfuerzo, y sólo por esas honrosas excepciones que citas´, la jornada habrá merecido la pena. ¿Recuerdas a Liza Minelli, en Cabaret, cuando gritaba junto a las vías del tren para expulsar su malestar y su pena? Grita primero. Después, sonríe.
Que sustomedao con la fotaca.
Nunca he estado en Praga, tengo que viajar más.
Aunque suena a ciudad superturística, cual parque temático, y lo es, tiene mucho encanto. Así que no lo dudes: Praga es un destino. Y no veas lo rica que está la cerveza checa.
¿y todo eso te produce tristeza y apatía? A mi me duele la muerte de Nacho Vega, uno de mis trovadores de cabecera.
mierda! ¿En qué estaría pensando? No sé si lo que deseaba era matar a Nacho o hacer como si Antonio aún siguiera entre nosotros.
Y es que es difícil atender lo que me dice uno de "mis herederos universales" mientras pienso en lo que voy a hacer de cena y escribo en el blog de una amiga, a la vez que otra de "mis herederos universales" se pone a vomitar con cara de lástima en la alfombra marrón (menos mal) del cuartito del ordenador.
A veces echo de menos esos momentos de soledad parejil y... sí ¿por qué no? esas cervecitas en Praga (aunque hago constar que lo que más me gustó fueron unos mojitos una noche espectacular en plena Plaza Vieja).
Es que la plaza vieja es mucha plaza vieja y los mojitos, no digamos. Pobre Antonio, pero es que andaba muy pachucho. Daba pena verle cada vez que salía, tan consumidito
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