Madre mía, como pasa el tiempo. Cinco meses sin escribir nada de nada. Pero todo vuelve. Hoy estoy ya recuperada del fin de semana. Como en el anuncio de Coca-Cola (que debería ser de cerveza) una ya está mayor, porque sólo dos noches acostándome a las cuatro de la mañana me meten una paliza de la que me cuesta dos días recuperarme. Pero ha merecido la pena. Ha sido un fin de semana de amigas a tutiplén, con la cena en casa, el mercadillo de "Majalaonda", la búsqueda de las entradas compradas pero no imprimidas, el conciertazo del abuelo, la procesión de Covadonga, las conversaciones con la tía Pepi, la cena en la terraza-galería de personajes ilustres de Navalcarnero.... Hoy quería seguir con el curso de escritura, pero me he puesto a leer sobre huertos, compostaje y rutas para el miércoles y se me han pasado las ganas y el tiempo. Mañana será otro día.
Chicas, gracias por las confidencias, las risas y la intimidad. Os quiero.
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