Norah Jones in person

Anoche fuimos mi santo y yo al Palacio de Congresos a ver a Norah Jones. Era el regalo de cumpleaños de mi santo, y compré las entradas en marzo ( 50 euros cada una, ya está bien), sobre todo teniendo en cuenta que a mi la Norah me aploma un poco cuando la pongo en casa, porque es demasiado tranquilona. Pero...... me encantó. Ella es pequeñita y tímida, y toca el piano como los ángeles, sin hablar de la prodigiosa voz dulce que tiene. Pero lo mejor sin duda, la banda, unos guitarristas entre countrys y elvis costello si engordara, una china flaquísima que cantaba con una voz tan grande que parecía prestada, un bajista altísimo, (como casi todos los bajos), y el batería, que como cualqueir batería bueno, se llevó al público de calle. Increible, en resumidas cuentas. Y es que cuando un músico se entrega en el escenario, la magia lo sobrevuela.