Estoy pensando, mientras guardo un expediente de facturas de restaurantes de los políticos, que el viernes me reencuentro con mi destino. Hace muchos años, cuando estudiaba segundo de bup, me di cuenta gracias a Concha, (mi profe de lengua) que quería ser como ella. Y le pregunté ¿qué tengo que estudiar para dar clases de literatura? y ella me dijo Filología Hispánica, con una sonrisa que no le cabía en la cara, mientras se recogía el pelo tras la oreja. Así que me lo grabé en la memoria y en tercero escogí letras, y en COU también, Y entonces llegó una orientadora profesional al Instituto y nos hizo un test, y me dijo que yo debía ser Ingeniero de Minas, o de Caminos, pero que me olvidara de la filología, que no tenía salidas. Para que queremos más, mi madre se puso de parte de la psicóloga y me dio la barrila durante todo COU y después de aprobar la selectividad, para que estudiara, al menos, Derecho. Qué lucha. Y eso sin hablar de las veces que tuve que explicarle al mundo porqué estaba estudiando Filología, y qué era, claro, y pa qué servía éso. Mi madre, mientras, incapaz de recordar como demonios se llamaba eso que estudiaba su hija la mayor, le decía a todo el mundo que yo estaba en Biología Hispánica,(me imagino que estudiando las cabras montesas y los toros de casta).
Tras la carrera, que fueron cinco años de gozo y disfrute, me encontré trabajando como secretaria porque había que llevar algo de dinero a casa, a la vez que intentaba hacer mi doctorado que los horarios chungos y la primera hipoteca me impideron acabar.
Una oposición fácil: administrativo (nivel de bachillerato) y seis años de archivera a la fuerza, y de abandono de las letras.
Cuando en marzo me puse a estudiar no pensé que pudiera recuperar tan rápido todo lo que había abandonado 8 años atrás. Hoy, aún con la inquietud normal ante el examen, me siento feliz, porque me veo a mi misma con 16 años preguntándole a Concha, y me veo un poquito más cerca de mi sueño.
Dedico este comentario a todos aquellos que luchan por los suyos, y a los que escogieron esa carrera en la que nada más que ellos creían (por ejemplo, Fernando).
4 comentarios:
Mi abuelo fue ingeniero industrial mi tio es ingeniero industrial y yo si Dios quiere, y el señor Oscar Reinoso (director de la escuela, y manejador del cotarro) quiere seré ingeniero industrial, por que me gusta y porque a mis padres tamién les gusta.
No tiene más merito el estudiar algo que no les guste a tus padres.
Very nice site! » »
Looking for information and found it at this great site... Diamond hunting Tamiflu order now Mega millions ny state lottery 20 Usb compact flash card reader driver nissan Mitsubishi vs-6041+ manual ice hockey equipment Golf beaches Understanding results for skin test taken for allergies
Keep up the good work »
Publicar un comentario