domingo, noviembre 12, 2006
Cumpleaños feliz
Ayer cumplió 35 añazos mi Sol. Allí fuimos algunas de las fidelísimas a los saraos de todo tipo y condición: Raquel, Marimer y yo. Al principio la casa estaba llena de niños de amigos de Sol a los que apenas conozco. Los niños son pestosos cuando no eres madre. Gritan, lloran, corren, se te meten entre las piernas, los tiras sin querer, su madre te mira con ojos de odio.... Luego, antes de convertirse en calabazas a las doce,como dice Raquel, fueron marchándose, así que nos quedamos mucho más tranquilas. En realidad, a mi la noche me sirvió para volver a mirar a los ojos del alma a Mercedes, que tanto amor necesita, y que no sé si le llega el que le mando en oleadas como tsunamis; para comprobar qué hermosos son los amores nacientes, y cómo sorprenden y estremecen por nuevos y por brillantes; para encontrar más puntos de conexión con la forma de ver la vida de Raquel, para sentirla más cerca de mí, y ver que Antonio también la encuentra cerca, y para recibir un abrazo muy intenso de Sol, y sus palabras en mi oído. Este amor, que no es naciente, ni nuevo, sin embargo sigue siendo intenso, brillante, estremecedor y sorprendente. Es curioso cómo, a la vez que voy dándome cuenta de que me vuelvo más intolerante con algunos tipos de personas, percibo que me vuelvo más amante de aquellos que se lo merecen, aunque esto suene algo pretencioso. Me refiero a gente que está cerca y que necesito y que quiero cada día más, como Mercedes o como Raquel, o como Sol, y a gente que ha llegado hace poco y a la que me gustaría conocer y amar más, como a A.David, a Borja, o a David, a quien anoche encontré algo necesitado de conversación. Ójala encontremos momentos para charlar.
viernes, noviembre 10, 2006
Ya me han regañao
Hoy, al entrar en el Insti, me encuentro de bruces con la Jefata (como dicen los chicos), que me dice que el aula de castigo del recreo está saturada y que no castigue a más de dos cada día, a pesar de que en las normas que nos dieron al principio de curso ponía que no castigáramos a más de cinco. De hecho, sólo un día he tenido que recurrir a castigar a cinco. En fin, he dicho a todo que sí, y me he ido. Luego, me empieza a entrar la mala leche. Primero porque me regañen, cosa que odio. No me mola nada que me tengan que llamar la atención, no sé si se trata de orgullo o de ansias de perfección (parece que puede ser lo mismo con diferente nombre). El caso es que se me revuelve el estómago, me suben los colores y llevo todo el día jodida, pensando que quizá es verdad que he hecho mal al utilizar un recurso del centro, que quizá me ha echado la bronca a mí porque soy novata, que tenía que haberle dicho nosequé, que ya no voy a castigar a nadie más, que como me las voy a apañar, que como puede uno tener autoridad ante los alumnos si tiene que tragarse todo lo que ellos quieran sin opción siquiera a un chorra castigo sin recreo.... Y eso me ronda toda la tarde. Ya lo he soltado.
jueves, noviembre 02, 2006
Los pequeños se me atascan
No soporto ver llorar a la gente, inmediatamente me abre un puerta en mi interior que me lleva directamente a la habitación de la compasión y el ablandamiento, o, lo que es peor, a la habitación de la risa. ¿Por qué me dará risa ver llorar a determinada gente? ¿Será porque la situación se me antoja ridícula, o porque me pongo nerviosa? El caso es que mis alumnos de 1º E.S.O. (para que nos entendamos, desde 11 a 14 años), lloran con demasiada frecuencia. Si les regañas, lloran, si les castigas en el recreo, lloran, si les pones una nota en la agenda para sus padres, lloran. Hoy a vuelto a llorar I.I. El lunes su madre vino a hablar conmigo porque decía que le ponía demasiadas notas en la agenda, y que ella creía que yo le tenía un poco de tirria a su hijo porque como su hermano mayor, que había estado también en el insti, era muy malo, pues yo, por herencia, le tenía manía al pequeño. Yo no conozco al hermano mayor, pero como sea la mitad de bueno que el pequeño, tela marinera. El susodicho I.I. tiene 11 años, es pequeñísimo de estatura, tiene unos ojos gigantes, que casi se le salen de la cara, de color aceituna,y con tendencia a humedecerse. Su boquita, donde sobresalen unos llamativos dientes conejiles, suelta improperios a una velocidad inversamente proporcional a la estatura del propietario. Hoy, mientras yo explicaba la diferencia entre un morfema flexivo y un morfema derivativo por cuarta vez, una pelotilla de papel de cuadros y saliva ha volado junto a mí, y ha caído a mis pies. Le miro ojiplática y se parte de risa y me dice: "perdón, profe, se me ha escapado". Le hago levantarse y recoger la pelotilla. Se sienta, muerto de la risa, entre el jolgorio generalizado del resto de sus compañeros. Pertinente charleta sobre lo inoportuno de reirle las gracias a todo el que las haga. I.I. sigue de fiesta, como Pocholo. Risas por aquí, conversaciones por allá, de repente, me mira y me dice que le explique otra vez lo de los derivativos y flexivos. Y yo se lo explico (jamás pensé que tuviera tanta paciencia).
Por fin consigo que la mayoría sepa diferencias los malditos morfemas y cuando me pongo a repasar los recursos expresivos, veo a I.I. y a su compañera D.G. dandose manotadas y riéndose. Profiero : "os quedais castigados en el recreo". Pa qué queremos más. I.I. empieza a inflar la bola de nieve: no pienso quedarme, yo no he hecho nada, .....
Sigo con mi penosa clase y veo que ha sacado algo de la carpeta y se ha puesto a copiar. Cuando le digo que atienda a las explicaciones y deje las copias para casa, me dice: "es que yo ya no puedo aprender" "por qué" "porque estoy enfadado", "pues es sólo culpa tuya" "pues no pienso atender, ni aprender nada más, y además, tú quién eres para decirme lo que tengo que hacer en clase". Lo que me faltaba. Ahora resulta que yo no soy quién para decirle a un mocoso de once años lo que tiene que hacer en mi clase..... Zanjo la conversación. Suena el timbre. D.G. acata mis órdenes, coge su carpeta y se dirige al aula del castigo de recreo. I.I. coge su bocadillo y dice "no pienso ir al aula de castigo". Después de forcejerar verbalmente con él, he tenido que llevarle a Jefatura, para explicar que no quería cumplir el castigo. La Jefa, que es aún más alta que yo, y eso es mucho, le ha echado un charlón de órdago, y le ha puesto una amonestación.
Después del recreo, he vuelto a tener clase con estos chicos. I.I. tenía los ojos rojos y me odiaba. he podido percibir su odio atravesando el aire de la habitación.
Os aseguro que estas dialéctica le consumen la energía a cualquiera. Estos niños son muy pequeños para mí.
Por fin consigo que la mayoría sepa diferencias los malditos morfemas y cuando me pongo a repasar los recursos expresivos, veo a I.I. y a su compañera D.G. dandose manotadas y riéndose. Profiero : "os quedais castigados en el recreo". Pa qué queremos más. I.I. empieza a inflar la bola de nieve: no pienso quedarme, yo no he hecho nada, .....
Sigo con mi penosa clase y veo que ha sacado algo de la carpeta y se ha puesto a copiar. Cuando le digo que atienda a las explicaciones y deje las copias para casa, me dice: "es que yo ya no puedo aprender" "por qué" "porque estoy enfadado", "pues es sólo culpa tuya" "pues no pienso atender, ni aprender nada más, y además, tú quién eres para decirme lo que tengo que hacer en clase". Lo que me faltaba. Ahora resulta que yo no soy quién para decirle a un mocoso de once años lo que tiene que hacer en mi clase..... Zanjo la conversación. Suena el timbre. D.G. acata mis órdenes, coge su carpeta y se dirige al aula del castigo de recreo. I.I. coge su bocadillo y dice "no pienso ir al aula de castigo". Después de forcejerar verbalmente con él, he tenido que llevarle a Jefatura, para explicar que no quería cumplir el castigo. La Jefa, que es aún más alta que yo, y eso es mucho, le ha echado un charlón de órdago, y le ha puesto una amonestación.
Después del recreo, he vuelto a tener clase con estos chicos. I.I. tenía los ojos rojos y me odiaba. he podido percibir su odio atravesando el aire de la habitación.
Os aseguro que estas dialéctica le consumen la energía a cualquiera. Estos niños son muy pequeños para mí.
miércoles, octubre 25, 2006
Incidente diplomático
Hoy he tenido que solventar, como he podido, una pelea en clase: un niño llama Bin Laden a una niña marroquí, y argumenta que lo hace porque ella le ha llamado "culo" utilizando una palabra en árabe. He intentado que se pidieran perdón mutuamente y enterraran el hacha de guerra, pero ha sido en vano, solo he conseguido que se rozaran las manos, ni siquiera un apretón, y desde luego, sin mirarse a los ojos. Como para conseguir que se dieran un besito como proponía otra de las alumnas. He pensado que crueles son los chicos. A ningún adulto se le ocurriría insultar a un árabe llamándole Bin Laden, creo, es tan alto el número de muertos que carga a la espalda este hombre. Los niños, sin embargo, apuntan y disparan a matar, sin pensar en lo que dicen ni en lo que significa, sin pensar en el daño que pueden hacer. Gracias a Dios, la interfecta tampoco se ha dado por muy afectada. En otra ocasión escuché a otro niño marroquí hacer una broma extraña sobre las torres gemeleas, y, aunque no me enteré más que de lado, y cuando le pregunté qué había dicho, no me lo repitió, una idea permanece en mi cabeza: ¿qué punto de vista tienen estos chicos y sus familias sobre lo que nosotros consideramos una de las grandes tragedias del recién inaugurado siglo?
jueves, octubre 19, 2006
Está lloviendo afuera y lo veo por la ventana. Mi cerebro está lleno de mocos, me cuesta pensar e incluso escribir. Este maldito tiempo me ha cazado. El lunes me fui vestida de playa al Instituto, y ayer no pude levantarme de la cama. Bueno, no fui a dar clase, porque tengo la garganta fatal, pero pensé que debía ir a la Evaluación 0, que es por la tarde, porque era la del grupo de la que soy tutora, y no sabía cómo iba a sentar que no me presentara, a pesar de mis mocos y mi dolor de cabeza. Además, las SS, como llama Toñin a la Seguridad Social, funciona fatal en mi pueblo. El martes llamé para pedir cita y me la dieron para hoy, jueves, a las 7 de la tarde. Así que el martes, cuando salí de clase, me pasé por el centro de salud para presionar un poco y conseguí una cita para el miércoles a las 4. Me fui tan contenta a casa, y cuando llegué me di cuenta de que tenía evaluación de 3.30 a 4.15 y la mía de 4.15 a 5.00. ES decir, la cita en tol medio Vaya papeleta. Me he pasado la mañana de ayer jodida, pensando en cómo lo iba a solucionar, porque tenía que ir al médico de todas, todas. Al final, decidí, usando mis conceptos del mundo como rasero, que iba a ir al insti a las 3.30, anunciar a mi jefa de estudios que a las 4 tenía que ausentarme y que volvía en cuanto pudiera. Pensé, usando mis conceptos del mundo como rasero, que ella entendería que había hecho un gran esfuerzo por ir a la evaluación, pero me encontré con una cara de "qué me estás contando", que me dejó patitiesa. Pese a todo, me fui al médico, me impacienté como una idiota en la consulta, salí de allí a las 16.27 y llegué a la evaluación a las 16.30.
En resumen, la gente nunca reacciona como tú esperas, y tengo la cabeza como una olla a presión, ay, que dolor. No merece la pena hacer sacrificios que nunca serán reconocidos. ¡Cuando aprenderé!
En resumen, la gente nunca reacciona como tú esperas, y tengo la cabeza como una olla a presión, ay, que dolor. No merece la pena hacer sacrificios que nunca serán reconocidos. ¡Cuando aprenderé!
miércoles, octubre 11, 2006
El quesito y compañía
El domingo, después de quedar y desquedar varias veces, nos vimos con dos compañeros de la facultad. En nuestro caso, hablar de compañeros de la facultad es remontarnos, al menos, doce años en el tiempo. Ya somos viejos. Todos. Nosotras quizás nos damos menos cuenta, porque estamos juntas, nos vemos, hemos vivido nuestras alegrías y nuestras miserias juntas,nos hemos visto crecer, pero ellos... Dios mío.El quesito ya no es el quesito, dice Marimer, se ha quedado calvo. Con el pelo inexistente en la frente, unas gafas grandes, que le hacen los ojos grandes, azules, fríos, una camisa azul, habitual,unos pantalones que intentan sera anodinos, inexpresivos. Todo él pretende pasar desapercibido, ser mínimo, inexistente... Pero algo permanece, se mantiene inalterable debajo de la capa de la inexistencia. Cuando se da la vuelta, en la nuca, el pelo es como era: rubio, brillante, parece suave, se acaracola en algunos momentos, vive, mintiendo sobre la inexorabilidad de lo que muestra la frente. Los ojos, cuyo dueño pretende hacer pasar por peces muertos en el fondo de un estanque, a veces destellan, quieren saber,quieren hablar, pero la consciencia los acalla,los vuelve a condenar al fondo de la pecera. Los dedos, que han renunciado al cigarro por la pipa, más intelectual, más adulta, sin embargo lo abrazan cuando se lo encuentran como entonces, los círculos de humo cruzan el espacio entre él y nosotras, igual que entonces...La voz tampoco ha cambiado, es sonora, dulce, reverbera en el aire cuando se ríe, pero las palabras huelen a incienso, a humedad, a lugares comunes en lugares dónde nunca estaremos. Los ah, muy bien, se repiten, sin cesar, como una oración, como una frase que se ha aprendido para cualquier ocasión. Este es mi marido, ah, muy bien. Nos casamos en febrero, ah, muy bien, estoy casada y separada, ah, muy bien. De vuelta a casa me pregunto, le pregunto a Antonio, qué poder tiene el ser humano para anularse a sí mismo, para anular a otros. Qué suerte de maleficio, encantamiento, palabras mágicas ha escuchado, ha repetido, ha susurrado, ha gritado, ha negado, ha afirmado este hombre en los últimos doce o catorce años. Dónde está hoy el chico de veintitantos años que conocimos, oculto bajo cuántas toneladas de fe, esperanza, y castidad. Que Dios me perdone, pero creo que ese no es el camino.No creo que esa elección le haya hecho bien a este hombre de hoy. Delibes dice que sus novelas son las historias de las vidas que no vivió, de las vidas que dejó atrás tras cada elección en su vida. Quién escribirá la novela que Nuestro Padre San Daniel no vivió.
martes, octubre 10, 2006
Vuelvo a la carga
Hace calor, y ya es octubre. No soporto este tiempo, porque no puedo ir en camiseta de tirantes, ya que mis compañeros de claustro me dicen cosas como: "ponte la chaqueta antes de ir a clase" o " te falta la toalla, para irte a la playa" (en resumen, que no se puede ir enseñando carne, que los niños se asustan, ja!). Si me pongo una camisa de manga larga me asfixio. Ya me da vergüenza ir en chanclas, y si me pongo zapatos me cuezo. Qué dilema. La solución es que empiece a llover, o que le den morcillas a mi sentido del ridículo y a los que piensan que cuando eres profesor tienes que ir vestido de profesor, hablar como un profesor, y ser tan aburrido, en general, como un profesor. El instituto, como se puede ver por este comentario, todavía no ha llenado mi corazoncito, pero es pronto. Hay algunos compañeros que huelen a rancio desde lejos y otros a los que se les ve, también de lejos, que son buena gente. No parece que la cosa vaya a ser especialmente divertida. Echo de menos a Santi y sus paranoias, a Nacho y nuestra complicidad ( y que esto no suene mal) o a Guadalupe, tan auténtica. Pero era echarles de menos a ellos, o sufrir también a Llongueras y los demás, y prefiero ver otros mundos antes de condenarme en un lugar como mi anterior centro.
Se que hace mucho que no escribo. El verano, la vuelta al cole, todo eso que le aturulla a uno, o le atocina. Espero retomar mis deberes como niña buena, y escribir más a menudo.
Se que hace mucho que no escribo. El verano, la vuelta al cole, todo eso que le aturulla a uno, o le atocina. Espero retomar mis deberes como niña buena, y escribir más a menudo.
sábado, agosto 05, 2006
Resumen
Han pasado veinte dias más o menos desde que escribí la última vez y unas cuantas cosas: He sacado mi plaza de profesora, voy a trabajar en mi pueblo, tengo un pozo en el sótano de casa y mañana me voy de vacaciones por fín. No sé si será el estrés acumulado en los últimos meses o el mal du siècle, pero estoy ploff, aburrida. Me veo la versión española de betty la fea (mi telenovela de culto, pero la original colombiana), los dos capitulos de friends (que no conocía, qué gran pérdida) y si cae en marte, anatomía de grey y queer as folk, y si cae en jueves medium, y así ando desde que dejé de estudiar, viendo demasiado la tele y arreglando cosas de la casa. La primera semana tiré bolsa de ropa y de zapatos que ya no me pongo. Bueno, las tiré a esos contenedores de ropa de los supermercados que uno nunca sabe si van a parar al tercer mundo o al mercadillo pijo de Majadahonda. He pintado la valla "provisional" de la piscina. He limpiado la piscina varias veces, he cortado el césped, he trasplantado los rosales, he visto florecer mi triste árbol de júpiter y un rosal rojo que se ha salvado de los ataques indiscriminados y salvajes de Simón. Todo muy aburrido, aunque necesario. Mañana por fin, nos vamos por ahí, a que nos dé el aire, a bañarnos en el mar, a comer pescadito, a dormir agotados de mar y campo (la playa cansa mucho), y espero que a recuperar algo de espacio íntimo y personal del que se nos pierde por el camino del invierno. Hay que ver lo que desgasta la vida cotidiana, y lo peor es que limpiar, pulir, fijar y dar esplendor es trabajo de dos, y no de uno, como en el caso de la Real Academia. Sé que es estúpido por mi parte, pero tengo ganas de que llegue el 1 de septiembre, conocer a mis nuevos compañeros y saber si no me he equivocado eligiendo centro. Bueno, una aventura más, y a mí me encantan las aventuras, los retos, los desafíos. Cuando iba de vacaciones con Juana y las demás chicas a a la playa ella siempre decía: "Gandía ( o Benalmádena o lo que fuera), prepárate que vamos pallá, no digas que no te avisamos". Remedándola: "Vida, prepárate que voy pallá, no digas que no te aviso"
sábado, julio 15, 2006
Que c'est triste Venise!
Mi hermana pone en su espacio del msn "Venecia sin ti" en versión francesa, claro. Escribo mientras la escucho sin entenderla. Son las dos de la tarde, me acabo de levantar. Anoche tuvimos una velada ciertamente extraña, con algunos descubrimientos:qué duro tiene que ser madre, qué equivocados estamos sobre lo que tiene que significar el amor en nuestras vidas, a aurora le gustan los pasodobles, en navalcarnero no hay marcha, borja toca bien incluso pedo, y se sabe un montón de canciones de campamento con baile absurdas, soy incapaz de hinchar una colchoneta con el compresor, no me pongo pedo aunque me tome ¿cinco? copas, qué bien se duerme en mi cama, hay gente que lee este espacio después de comer... Como dice Amaral "son mis amigos", y yo los quiero.
domingo, julio 09, 2006
Antes de encerrarme
Domingo, ocho y cuarto de la tarde, Zidane acaba de marcar un gol (ole zizou), y yo, escucho esa versión er an bi (Rithm and Blues, ahora se dice así en las radio-fórmulas) de One de U2 que tanto me gusta, que me carga las pilas. El fin de semana ha sido intenso:la barbacoa iba muy bien, cubatas y conversación intrascendente sobre temas muy trascendentes, y de repente, la catástrofe: Simón le ha mordido la mano a David. Se me cortó el pedo de repente. Le llevé a urgencias y luego me fui a El Escorial a por las medicinas que le mandaron. Vaya forma de cuidar de mis invitados, y más cuando me han hecho una petición expresa.... en fin. Ahora estoy intentado memorizar la programación didáctica antes de la encerrrona, que será mañana a las once más o menos. Sí, me encierro porque he pasado el primer examen: un 8,72, si ya decía yo que en palotes estaba que rompía. La pena ha sido que Borja y María no han pasado, y que es absolutamente injusta esta vida perra.... ¿Qué me deparará mañana la encerrona? Con cuerpo resacoso es muy difícil estudiar, pero al menos, me consuelo: siempre nos quedará Zizou: dos mundiales? ojalá que sí.
lunes, junio 26, 2006
Han caído palotes, osea....
Me ha caído el tema 64: La novela en la primera mitad del siglo XX, y creo que lo he hecho bien, ahora, parafraseando a Unamuno: "que juzguen ellos"....
domingo, junio 18, 2006
sábado, junio 17, 2006
Una máquina del tiempo
Hoy he pensado que si tuviera una máquina del tiempo, me gustaría ir a parar a 1927, a la Residencia de Estudiantes, ser un genio literario o pictórico o musical, y participar de la juerga padre que se traían los de "la joven literatura". Resulta que en la celebración del centenario de la muerte de Góngora los tíos se pusieron a hacer diversos actos, entre ellos, conferencias, conciertos, ediciones de las obras de Góngora, ediciones de las obras de los amiguitos de Góngora, o ediciones de composiciones de poetas de la época en homenaje al susodicho, pero también, quemaron obras de Lope, de Quevedo, por enemigos; historias de la literatura y diccionarios literarios donde se le había tratado mal, e incluso, algunos, los menos "solemnes" (en palabras de Alberti), acabaron la fiesta regando con ácido úrico las paredes de la Academia (me imagino que la RAE). Qué fiestón. Debían de ser increíbles estos señores. Sólo ver la foto de Lorca y Dalí cogidos de la mano con Alberti, ya da una idea de cómo era España en aquellos felices 20. Lástima que la guerra acabara con todos ellos, exiliándolos, haciéndolos fascistas, recluyéndolos en casa, o, sencillamente, matándolos. Aunque no apruebe la oposición, siempre me quedará el haber encontrado estas anécdota en un libro. ¡Qué bonito es el saber!
domingo, junio 11, 2006
Mañana de domingo
Hoy me toca "la creación del teatro nacional", suena como lo del la "formación del espíritu nacional", pero creo que esto es algo más edificante, al menos, más inocuo visto trescientos años después, aunque en su día tuvo bastante parecido con lo otro, pues también servía para comer cocos. Bueno, me despierto a las ocho y media y me digo, un poquito más, hasta las diez (para mí el sueño es importantísimo), pero, en mi mente no mando yo, así que se pone a pensar en tontás (como dicen los parraos), que si esto,que si lo otro, que si manrique, que si polifemo y galatea, que si el cuadro de vocales de Hallwag ????, en fin, que me tengo que levantar y ponerme a desayunar. Qué sorpresa: en cuatro, ese canal arqueológico, ponen El gran héroe americano, y me parto de risa viendo las ingenuas aventuras de Ralph, volando a trompicones para coger a unos mafiosos. ¡Qué felices éramos! Bueno, antes de sentarme a meterme a Lope de Vega entre pecho y espalda, he encotrado este poema que os pongo. Es un poco sensiblero, parece una canción de Alejandro Sanz, pero creo que está acorde con las ganas que tenemos ahora, María, Borja, Aurora, yo, por las oposiciones, pero seguro que otros por otras causas. Es de José Agustín Goytisolo, de la generación del 50, poesía de la experiencia, y está dedicado a su hija Julia:
Palabras para Julia
(José Agustín Goytisolo)
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía, es mejor vivir
con la alegría de los hombres,
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto,
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno,
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.
Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname, no sé decirte
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Palabras para Julia
(José Agustín Goytisolo)
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía, es mejor vivir
con la alegría de los hombres,
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto,
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno,
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.
Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname, no sé decirte
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
miércoles, mayo 31, 2006
Reflexiones de todo a cien, o qué bonito es trabajar
En estos días aciagos en que el tiempo hacia el examen mengua sin que se produzca un incremento en mis conocimientos directamente proporcional, hoy ha sido un día en el que me he sentido orgullosa de mí misma, y esto no es fácil. La orientadora del insti decidió que teníamos que tener una reunión con los padres de los chicos a fin de curso, y ha sido hoy. Ella y su amiguito el jefato preparan la reunión y no nos dicen qué tenemos que decirles los tutores a los padres, así que me veo, como al principio de curso, con 15 madres y un padre sentaditos en los pupitres donde normalmente se sientan sus hijos, mirándome con muchísimo interés. Vaya, pienso, y ahora.... Pierdo mucho tiempo mirándoles la cara, porque veo las de sus hijos, es incríble la fuerza de la genética. Les pregunto si tienen dudas, si quieren que les explique algo en concreto, y de repente, estamos hablando del sistema educativo español, y que si el nivel, que si el fracaso escolar, bueno, he tenido que parar el carro porque me parecía que no saldríamos nunca de allí. Les he dicho que no era la ministra de educación y que era mejor que nos centráramos. Después de una conversación muy amena sobre las optativas de cuarto, algunas se quedan, algunas, bastantes, así que empiezo a hablar con ellas de sus chicos. Las más, me desean suerte para el examen, me dicen lo buena tutora que he sido, me piden que vuelva el año que viene, y que sea de nuevo la tutora de sus hijos. Esto es lo que me ha hecho sentirme tan bien como hacía mucho tiempo que no me sentía. Sé que este es mi lugar, creo que estoy haciendo bien mi trabajo, a pesar de mi inexperiencia, a pesar de mis momentos de incompetencia y de improvisación. Siento que he ayudado a estos chicos porque sus familias me lo están transmitiendo con sus palabras de cariño, con su afecto, con sus sonrisas. Lo cierto es que la educación es un mundo salvaje, duro, pero increiblemente gratificante. Le doy gracias a Dios por haberme permitido experimentar estas sensaciones, a Sol por no dejar nunca de repetirme que estoy hecha para esto, a Antonio por apoyarme, respaldarme, a María por mirarme con ojos de admiración, aunque no lo merezco,a todos los que entendieron mi decisión de hace dos años,y a los que no, a mis chicos por escucharme, por jugar conmigo al comodín del público para resolver un análisis sintáctico, a sus madres por sonreírme, por hacerme sentir útil. Ahora entiendo a la Duquesa de Alba cuando dijo "el trabajo es lo único que nos hace libres".
jueves, mayo 25, 2006
Metaliteratura
Raquel me ha dejado un libro de Javier Cercas, el de Soldados de Salamina. Por cierto que tengo una anécdota preciosa sobre este autor: Escribió la novela, que ya sabréis que trata de la guerra civil y de cómo se ayudaron dos personas de los bandos opuestos. Pues bien, resulta que la Ser andaba haciendo un proyecto sobre la Guerra Civil que ha acabado en libro: "Héroes de los dos bandos". Este libro, con escasa calidad literaria, todo hay que decirlo, narra historias reales de gentes que antepusieron su humanidad a sus ideas políticas y se ayudaron los unos a los otros en momentos difíciles. Es decir cuento aquello que Cercas ya noveló en su libro. Aquí viene la anécdota. Resulta que el abuelo de Cercas ayudó en su día a un hombre de su pueblo al que los soldados nacionales querían arrojar de un camión al río Tajo. Cercas no sabía nada de ésto. Su abuelo nunca lo contó, y se enteró porque llamó por teléfono a la Ser para felicitar a los que estaban levando a cabo el proyecto y allí, en directo, le comunicaron lo que habían descubierto: uno de esos héroes anónimos, igual que él que había novelado, igual que el que él había inventado, era su abuelo. Recuerdo, y aún me estremezco, la voz de Cercas por el teléfono, sorprendido, arrebatado por la emoción, colapsado por las interferencias entre la vida real y la ficción.
El libro que me ha dejado Raquel es una novela corta: "El móvil", publicada con otra serie de cuentecillos en los años 80, y trata también de interferencias entre vida real y ficción. Habla de literatura, de novela, de cómo construir una buena historia, y de cómo alguien puede convertirse en un ser odioso enarbolando la sacrosanta bandera del arte, por el bien de la literatura. En fin, todo esto viene a que, en estos momentos de estudiar y estudiar literatura, lengua, todo eso, la novela parece mandarme un mensaje: la literatura es maravillosa, pero, como tantas cosas en esta vida, es sólo eso, una cosa, no merece la pena convertirla en un tótem. Hay cosas en apariencia más vanales que ocupan más espacio en el corazón que toda la biblioteca de Alejandría. Una de esas cosas es la amistad, palabra que está vacía del significado que en realidad tiene. Sólo conociendo, compartiendo, amando, llorando, riendo al lado de gente como mis amigas, se entiende el verdadero significado de esta palabra. Gracias, otra vez, chicas.
El libro que me ha dejado Raquel es una novela corta: "El móvil", publicada con otra serie de cuentecillos en los años 80, y trata también de interferencias entre vida real y ficción. Habla de literatura, de novela, de cómo construir una buena historia, y de cómo alguien puede convertirse en un ser odioso enarbolando la sacrosanta bandera del arte, por el bien de la literatura. En fin, todo esto viene a que, en estos momentos de estudiar y estudiar literatura, lengua, todo eso, la novela parece mandarme un mensaje: la literatura es maravillosa, pero, como tantas cosas en esta vida, es sólo eso, una cosa, no merece la pena convertirla en un tótem. Hay cosas en apariencia más vanales que ocupan más espacio en el corazón que toda la biblioteca de Alejandría. Una de esas cosas es la amistad, palabra que está vacía del significado que en realidad tiene. Sólo conociendo, compartiendo, amando, llorando, riendo al lado de gente como mis amigas, se entiende el verdadero significado de esta palabra. Gracias, otra vez, chicas.
lunes, abril 24, 2006
cosas que nunca hab?a dicho
El sábado fue un día intenso. Nos levantamos tempranito para arreglarnos y marchar hacia Leganés. Se celebraba la boda de Violeta y (Juan) Carlos. A las 12.15 fue el matrimonio civil, con sus poemas y sus canciones de Sabina, muy emotivo, sorprendió a muchos que no habían visto nunca una celebración civil. Por mi parte, cada vez que escucho al concejal de turno hablar de la igualdad entre los cónyuges, del respeto y la ayuda mutuos, y de que el pueblo español a través de su constitución le ha otorgado el poder, me siento partícipe de una sociedad libre y democráctica y me emociono. Ya sé que puede parecer prosaico, pero me emociona más el hecho de que alguien pueda casarse sin que medie la religión, dentro de un estado libre y de igualdad, que el rollo del amor y todo eso. Por otra parte, fue en el baile de después del banquete cuando yo, particularmente, vi el amor. El amor salía de los ojos de Vio y Carlos cuando se miraban bailando una balada heavy (ya se sabe, las mejores...). Reflexiones sobre el amor y la democracia aparte, el sábado fue un día divertido, genial, hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien. Bailamos como locos, algunos vomitaron, otros se tuvieron que echar la siesta para después vomitar, nos fumamos todo el tabaco que no nos habíamos fumado en los últimos meses, nos tomamos tres o cuatro cubatas (yo por lo menos), y acabamos la fiesta en Navalcarnero. Borja nos enseñó un juego que va a hacer historia en los anales de nuestras historias: el maguila. Nos pasamos la noche haciendonos maguilas, elefantes que barritan y lolaflores, muertos de la risa. Un grupo de tíos y tías de treintaytantos haciéndose burla por la espalda y riéndose sin tino. Lo más ridículo fue vernos a todos abrazados cantando la de amaral: son mis amigos, en la calle pasábamos las horas. Yo pensaba que parecíamos salidos de una sitcom de gente de treinta, pero de esas malas, española, como los hombres de paco y hospital central. Como se produjo el tránsito al día 23, en que se celebras cosas tan diversas como la diada catalana, el día de aragón, el día del libro y la revuelta comunera, pues Borja nos puso, ya en su casa, el disco de los comuneros, que sólo él y yo cantábamos mientras antonio se recostaba en el sofá, antonio d. se comía el huevo de chocolate y raquel nos miraba con cara de vomitar. Acabamos a las cinco de la mañana, cada uno en su casa y dios en la de todos. Fue un día divertido, intenso y suculento.¡Qué vivan los novios! ¡Y el acompañamiento!
jueves, marzo 16, 2006
Tarde a solas
Ando algo mejor, parece que la ansiedad se calma. Aunque tengo mil o dos mil exámenes que corregir, pero eso es cuestión de paciencia, nada más. Hoy he estado haciendo algo que me encanta: perder el tiempo de tiendas, sin apenas comprar nada. He ido a pedir el pin de mi tarjeta que yo misma había bloqueado a Leganés, y he andado por las calles de Leganés. Me encanta la sensación de familiaridad que me llena cuando camino por las calles de mi pueblo. Había niños que salían del cole con las mochilas, hacía calor, coches, gentes, tiendas de frutos secos... Sólo cuando camino sola por Leganés en una tarde soleada como hoy me doy cuenta de cuánto lo echo de menos. Vivo muy a gusto aquí arriba, pero echo de menos aquella ciudad dormitorio donde he pasado mi adolescencia. Sí, ha de ser que la adolescencia marca, que marcan los paseos por la plaza de españa, las charletas en la barbacana de la iglesia del salvador, las citas con los chicos que te gustaban en la fuente honda, las hamburguesas, el ketchup haciendo dibujos con la mostaza en un plato del desaparecido burguer dollar.... Luego me he ido a comprar la comida de los gatos a Fuenlabrada, a una tienda grande, llena de productos para el jardín, pero, y eso es lo mejor, también para la huerta. Está lleno de señores mayores, jubilados, comprando plantas de tomates, cebolletas, árboles frutales, productos químicos para las plagas, abono, esas cosas. Me encanta ir a esa tienda. Observas a tus compañeros de tienda y es cómo trasladarse a otra época. No tiene nada que ver con el Jardiland o el Fronda, o el Leroy Merlin, es auténtico: precios bajos y una atención magnífica, los chicos que trabajan allí te tratan como si te conocieran de toda la vida. He comprado 6 kilos de comida para gatos gordos y tres matas pequeñitas de tomates. Ya veréis que tomates da. Desde allí a Loranca, a comprar cositas al Sephora, otra tienda que me vuelve loca: potingues, cremas, perfumes, perlas para el baño, polvos de talco perfumados, neceseres, peines, limas para las uñas ¡uñas postizas! ¿cuántos tipos de rimmel puede haber en una tienda, Dios mío?, y lo mejor es que te regalen dos o tres muestras de colonias. Abandonando el Sephora me he ido a buscar el regalo de Toñin para su cumple, no sé si comprarle una camisa (otra camisa) o el equipo de herramientas para el bonsai que le regalé. No he encontrado el regalito y me he vuelto a casa, he plantado mis tomates, y aquí ando, reinstalando los drivers de audio y todo eso. En resumen: tengo mucho que corregir, pero tenía ganas de una tarde sola, paseando por tiendas y por calles. Me gustan esos momentos en los que puedo pensar, caminar, estar sola...
domingo, febrero 26, 2006
Vicente Aleixandre en "Historia del corazón"
Mía eres. Pero otro
es aparentemente tu dueño. Por eso,
cuando digo tu nombre
algo oculto se agita en mi alma.
Tu nombre suave, apenas pasado delicadamente por mi labio.
Pasa, se detiene, en el borde un instante se queda
y luego vuela ligero, ¿quién lo creyera?, hecho puro sonido.
Me duele tu nombre como tu misma dolorosa carne en mis labios.
No sé si él emerge de mi pecho. Allí estaba
dormido, celeste, acaso luminoso. Recorría mi sangre
su sabido dominio, pero llegaba un instante
en que pasada por la secreta yema donde tú residías,
secreto nombre, nunca sabido, por nadie aprendido,
doradamente quieto, cubierto sólo, sin ruido, por mi leve sangre.
Ella luego te traía a mis labios. Mi sangre pasaba
con su luz todavía por mi boca. Y yo entonces estaba hablando con alguien,
y arribaba el momento en que tu nombre con mi sangre pasaba por mi labio.
Un instante mi labio por virtud de su sangre sabía
a ti, y se ponía dorado, luminoso: brillaba de tu sabor sin que nadie lo viera.
Oh, cuán dulce era callar entonces, un momento. Tu nombre,
¿decirlo?, ¿Dejarlo que brillara, secreto, revelado a los otros?
Oh, callarlo, más secretamente que nunca, tenerlo en la boca, sentirlo
continuo, dulce, lento, sensible sobre la lengua, y luego cerrando los ojos,
dejarlo pasar al pecho
de nuevo, en su paz querida, en la visita callada
que se alberga, se aposenta y delicadamente se efunde.
Hoy tu nombre está aquí. No decirlo, no decirlo jamás, como un beso
que nadie daría, como nadie daría los labios a otro amor sino al suyo.
es aparentemente tu dueño. Por eso,
cuando digo tu nombre
algo oculto se agita en mi alma.
Tu nombre suave, apenas pasado delicadamente por mi labio.
Pasa, se detiene, en el borde un instante se queda
y luego vuela ligero, ¿quién lo creyera?, hecho puro sonido.
Me duele tu nombre como tu misma dolorosa carne en mis labios.
No sé si él emerge de mi pecho. Allí estaba
dormido, celeste, acaso luminoso. Recorría mi sangre
su sabido dominio, pero llegaba un instante
en que pasada por la secreta yema donde tú residías,
secreto nombre, nunca sabido, por nadie aprendido,
doradamente quieto, cubierto sólo, sin ruido, por mi leve sangre.
Ella luego te traía a mis labios. Mi sangre pasaba
con su luz todavía por mi boca. Y yo entonces estaba hablando con alguien,
y arribaba el momento en que tu nombre con mi sangre pasaba por mi labio.
Un instante mi labio por virtud de su sangre sabía
a ti, y se ponía dorado, luminoso: brillaba de tu sabor sin que nadie lo viera.
Oh, cuán dulce era callar entonces, un momento. Tu nombre,
¿decirlo?, ¿Dejarlo que brillara, secreto, revelado a los otros?
Oh, callarlo, más secretamente que nunca, tenerlo en la boca, sentirlo
continuo, dulce, lento, sensible sobre la lengua, y luego cerrando los ojos,
dejarlo pasar al pecho
de nuevo, en su paz querida, en la visita callada
que se alberga, se aposenta y delicadamente se efunde.
Hoy tu nombre está aquí. No decirlo, no decirlo jamás, como un beso
que nadie daría, como nadie daría los labios a otro amor sino al suyo.
Melancolía
Anoche, cuando salimos de Majadahonda con unas copas en el cuerpo, y algo de tristeza de sábado de madrugada, nos encontramos con la mayor nevada que yo había visto nunca. Nos costó salir del equinoccio, nos costó llegar al coche, quitarle la nieve, y hacer el camino a casa despacio, muy despacio, y mandándonos mensajes los unos a los otros para ver si habíamos llegado bien. Esta mañana, consecuentemente, todo estaba nevado. Hace frío, la nieve del techo de la casa se descuelga, deshecha, por el espacio que no ocupan los inexistentes canalones. Caen unos copos finos, volátiles. Miro por la ventana, veo a los gorriones posarse, inquietos, alegres y fugaces, en las ramas de las arizónicas, cargadas de nieve aún. Estoy trabajando con Vicente Aleixandre, con Dámaso Alonso, con los del 27, en general. Leo cosas como:
"Por todas partes veo cuerpos desnudos, fieles
al cansancio del mundo. Carne fugaz que acaso
nació para ser chispa de luz, para abrasarse
de amor y ser la nada sin memoria, la hermosa
redondez de la luz.
Y que aquí está, aquí está, marchitamente eterna,
sucesiva, constante, siempre, siempre cansada"
¡Cómo no estar melancólica! Se me mete la melancolía por las fosas nasales, me llega hasta los pulmones, allí se convierte en parte integrante de mi sangre, mi corazón la bombea, la envía a todo mi cuerpo, me inunda, me ahoga.
Busco alguna web que me hable de La vida secreta de las palabras. Encuentro un artículo de Isabel Coixet sobre Tim Robbins, cómo le eligió para el papel, cómo se entrevistó con él, cómo él accedió, cómo ensayaba con Sarah Polley y la química entre ellos inundó la habitación, cómo se enfrentó a una guinness en una de las escenas, él sólo, su cerveza, una pastilla de jabón de almendras, y la cristalización del amor. Este concepto me lleva a encontrar otra web que explica qué es la cristalización del amor, una teoría establecida por Stendhal en el siglo XIX (http://www.launion.com.ar/250120/250120col00ambrosini.htm), y allí, una canción, Dime que no, de un cantautor guatemalteco-mexicano al que escuchaba fervientemente hace 10 años: Ricardo Arjona, que llegó a mis oidos por un amor de ultramar, y que hoy llega de nuevo, por culpa de la Coixet, de Stendhal, de Vicente Aleixandre, de la nieve y el frío.
"Por todas partes veo cuerpos desnudos, fieles
al cansancio del mundo. Carne fugaz que acaso
nació para ser chispa de luz, para abrasarse
de amor y ser la nada sin memoria, la hermosa
redondez de la luz.
Y que aquí está, aquí está, marchitamente eterna,
sucesiva, constante, siempre, siempre cansada"
¡Cómo no estar melancólica! Se me mete la melancolía por las fosas nasales, me llega hasta los pulmones, allí se convierte en parte integrante de mi sangre, mi corazón la bombea, la envía a todo mi cuerpo, me inunda, me ahoga.
Busco alguna web que me hable de La vida secreta de las palabras. Encuentro un artículo de Isabel Coixet sobre Tim Robbins, cómo le eligió para el papel, cómo se entrevistó con él, cómo él accedió, cómo ensayaba con Sarah Polley y la química entre ellos inundó la habitación, cómo se enfrentó a una guinness en una de las escenas, él sólo, su cerveza, una pastilla de jabón de almendras, y la cristalización del amor. Este concepto me lleva a encontrar otra web que explica qué es la cristalización del amor, una teoría establecida por Stendhal en el siglo XIX (http://www.launion.com.ar/250120/250120col00ambrosini.htm), y allí, una canción, Dime que no, de un cantautor guatemalteco-mexicano al que escuchaba fervientemente hace 10 años: Ricardo Arjona, que llegó a mis oidos por un amor de ultramar, y que hoy llega de nuevo, por culpa de la Coixet, de Stendhal, de Vicente Aleixandre, de la nieve y el frío.
lunes, febrero 20, 2006
Ahí estáis bien
Claro, en cuanto dejé el ordenador, y me senté en el sofá supe que, aunque uno no ponga lo que siente, el mero hecho de poner que algo te quema dentro, ya era manifestarse. Gracias, chicas, por preocuparos. Al menos, sé que os tengo ahí, para lo que haga falta. Ahora no puedo hablar, pero sé que si tengo que hacerlo, puedo llamaros y llorar en vuestro hombro. Os quiero. qué mas puedo decir.... Sí, qué hay días peores que otros
domingo, febrero 19, 2006
¿Para qué sirve un blog?
Llevo casi dos años escribiendo en internet, y la verdad es que hoy, por ejemplo, que quisiera poder gritar a los cuatro vientos algo que tengo dentro de mi alma, no creo que este sea el mejor lugar para hacerlo, porque ¿quién lee esto? aquel que llega aquí por casualidad, a quien, consecuentemente, no le importa un pito mi vida, o aquel que me conoce, sabe de mis señas elementales, y claro, hay cosas que no se pueden saber, pero que, cuando las tienes dentro te queman, te van agujereando el interior como una termita concienzuda y silenciosa. Entonces, si ya no puedo decir aquí lo que pienso, lo que siento, ¿para qué sirve el blog? ¿cómo me saco esta brasa de mi interior?
miércoles, febrero 01, 2006
A la deriva
Es una metáfora algo manida, pero me viene muy bien. Ando algo perdida. Estoy haciendo dos cursos, uno a distancia, otro presencial, cada vez que pongo un examen a los mayores me paso tres horas de reloj para corregirlos, lo hacen fatal, me cabreo con ellos, ellos conmigo. Los malotes no quieren callarse, quieren perder tiempo, hacer juegos malabares, reirse de mi, de sus compañeros, no se leen los libros, no contestan a mis preguntas, son objetores escolares, y lo peor es que no puedo hacer nada contra ellos porque los jerifaltes no quieren saber nada de nada de lo que pase en el centro, soluciona tus problemas, no te haces con la clase,.... No sé si os conté que me rallaron el coche, me han llamado cotilla, me han dicho que juego con fuego, en fin..... Pero he de arreglarmelas sola. De tanto bregar de clase en clase, llego a la sala de profesores amargada, me quejo, me quejo, protesto, gruño, y eso no contribuye nada más que a alejar a mis compañeros, porque ¿a quién le gusta el enanito gruñón de Blancanieves?. Las oposiciones se acercan, pero, como tengo que corregir exámenes, corregir comentarios de texto, preparme las clases, asistir al curso, ver pelis para el curso de cine.... no puedo estudiar, y es otra nube en el horizonte. Cuando uno empieza a perder el equilibrio, los puntos de referencia, empieza a perderlo todo, y así me siento, a la deriva, perdida en medio de un mar oscuro, tormentos, en una barquichuela con unos remos, nada más.
Menos mal que, a veces, aparecen luces en el horizonte, se percibe el resplandor del faro, se oye la voz de una sirena bondadosa, divertida, auténtica, que te da buenos consejos: ven, por aquí, rema así, no escuches las voces de las malas sirenas de las rocas peligrosas, abróchate bien el chaleco salvavidad y rema sin cesar.....
Creo que no podría vivir sin mi sirena....
Menos mal que, a veces, aparecen luces en el horizonte, se percibe el resplandor del faro, se oye la voz de una sirena bondadosa, divertida, auténtica, que te da buenos consejos: ven, por aquí, rema así, no escuches las voces de las malas sirenas de las rocas peligrosas, abróchate bien el chaleco salvavidad y rema sin cesar.....
Creo que no podría vivir sin mi sirena....
lunes, enero 30, 2006
sábado, enero 21, 2006
Lo prometido es deuda: Paris
Sí, hace mucho que no escribo, pero es que tengo un lío...... Aparco esta tarde los ejercicios de ortografía de 3ºD, (quién me mandará a mí mandar deberes para Navidad), los exámenes de 2ºB, a Valle-Inclán, y el curso de cine a distancia, para colgar, por fin, las fotos prometidas. Primero, un paseito por la ciudad de la luz...
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