lunes, enero 12, 2009

Los videojuegos: ese misterioso mundo

He caído en la trampa de los videojuegos. En casa ha entrado una PSP y si no juego una horita a los Sims todos los días parece que me falta algo. Un juego que consiste solo en vivir dentro de una maquinita: trabajar, limpiar, pagar facturas, dormir, cocinar, comer, ir al baño, ducharse, dar fiestas, y cuidar de un perro. O sea, nada que no hagas en la vida real. Y sin embargo, uno se pone a darle a los botoncitos y no puede parar ¿por qué?
Por no hablar de la nochecita del sábado que pasamos cantando ( o berreando) canciones del año la tana, de Abba y de Disney con el singstar.... 8 adultos pasándose el micro e intentando ajustarse a las notas imposibles de una segunda voz del dúo Manolo-Ramón. ¿Qué nos pasa?
Ahora comprendo que los chicos no quieran estudiar ni leer una novela ¿quién quiere leer teniendo todo el mundo en una maquinita de videojuegos?
Hemos llegado tarde a este mundo, pero nos ha enganchado igualmente.