sábado, diciembre 26, 2009

Navidad

La Navidad no me gusta mucho, la verdad. No me gusta tener que comer o cenar con la familia solo porque es Navidad. Por eso en los últimos tres años nos hemos ahorrado la nochevieja yéndonos de viaje. Este año, sin embargo, Antonio trabaja fuera, y el viajecito se aplaza hasta el día 3. Además, estoy aquí sola durante toda una larga semana. Si estuviera trabajando, al menos el tiempo se me pasaría rápido. Pero es Navidad. No hay que trabajar, lo cual está muy bien, pero tus amigos se van por ahí, a pasar la Navidad con la familia. Así que no se puede salir mucho tampoco. Vaya rollo. Además Madrid está plagado de gente comprando como si le fuera la vida en ello. Bueno, pues quédate en casa, lee, mira la tele. Sí, vale, bueno, pero también eso aburre. Aburre estar todo el santo día sin hablar con nadie que no sean tus gatos o tu perro. Aburre hasta La comunidad del anillo. ( y mira que me gusta). Así que, resumiendo, no me gusta la Navidad, y menos esta que me esta tocando vivir este año.

martes, septiembre 22, 2009

Vuelta al cole

Ya está en marcha. Esta semana es la primera que va en serio, con todas las horas, todos los días completitos. Hay que ir desengrasando los engranajes. Aguantar cinco o seis horas de pie, aprender a decir que no, recordar cada cinco minutos que hay que callarse para enterarse de algo, decir veinte veces por el pasillo "meteos en el aula", hablar durante cincuenta minutos, no esperar respuestas del auditorio de las 8.30 a las 9.20, porque aún están durmiendo (o dormidos), preparar clases, corregir ejercicios ilegibles, poner diez o doce puntos en una redacción de seis o siete líneas, recordar que no importa si usas boli rojo o boli azul, pedir que se sienten bien para que no tengan una escoliosis, amenazar con el castigo de recreo....En fin, todo eso que es la rutina y que, en los primeros días resulta tediosa y agotadora.
Es lo que peor se me da. Poner cara de perro al principio. Mantener una distancia amenazante y a la vez ser correcta, mesurada, templada, cordial...No perder los nervios cuando una chiquilla se sienta en el suelo, completamente espatarrada para sacar sus libros de la mochila, mientras otro se levanta a sacar punta al rincón, aquel cambia cuatro veces de pierna sobre la que se sienta porque se le ha dormido, y el de turno dice "me han chingado el estuche".
Si alguien pronuncia esas terribles palabras "me han chingado el loquesea" se produce la hecatombe. A todo el mundo le han chingado algo, un boli rosa, un borra, el estuche, el cuaderno de mates, el archivador, el bocadillo...Profe lo tenía aquí y ya no está (¿habrá un agujero espacio-tiempo en la clase?).
Veintidós chiquillos de once o doce años juran y perjuran que han visto a una profe guardar sus diccionarios en el armario el viernes. Abro el armario y no están. Veintidós chiquillos ponen cara de estar viendo el armario donde se escondía Narnia. Tras unas terribles pesquisas que incluyen a la jefa de estudios, al tutor, y un cartel en la sala de profesores, los diccionarios aparecen en un cajón de la mesa.... Estos pequeños son auténticamente surrealistas. A veces creo que piensan que el mundo es Hogwarts y ellos son pequeños Harry Potters que dejarán de ser muggles en cuanto la puerta del aula se abra y entre Hagrid a liberarlos. Aún conservan esa inocencia infantil. Qué pena que poco a poco se la vayamos quitando para hacerles adultos aburridos y con poca tendencia a la sorpresa.
Así que me dedicaré a adultecerles un poquito cada día y esperaré que, cuando la puerta de la clase se abra en medio de una de mis aburridas explicaciones sobre el aparato fonador o cómo se organiza un diccionario, Hagrid no se enfade demasiado conmigo. Tal vez me deje ver uno de sus dragones.

miércoles, agosto 19, 2009

Tito Andrónico

Anoche fuimos a ver a la compañía Animalario represetando Tito Andrónico de Shakespeare.
Las Naves del Español, en el Matadero, son un escenario sorprendente, para empezar. Tenía un poco de miedo por la posible densidad del texto, pero lo cierto es que no se hizo difícil de entender. Alberto San Juan (siempre me acuerdo de Ana, cuando lo veo) está enorme. Lo digo porque traspasa la cuarta pared y crea emoción en el espectador. Al menos en mí. También es cierto que yo soy ( o estoy) impresionable.
La tragedia está repleta de atrocidades: violación, asesinato, traición, mutilaciones, salvajismo absoluto. Y creo que intenta representar a una sociedad, como la romana en sus últimos momentos, que en plena decadencia se "devora a sí misma" como dice el propio texto. Los valores como el honor, la justicia, o el sentido común desaparecen bajo la apisonadora del ocaso de la civilización.
Pero también hay otras lecturas: el amor por los hijos que se manifiesta en Tito pero también en el malvado moro Aarón, el deseo sexual que lo consume todo (Saturnino seducido por Tamora, los hijos de Tamora contra Lavinia), la locura o el finjimiento de la misma, que es un tema que parecía interesarle a Shakespeare.
A veces Alberto San Juan me parecía un Don Quijote violento, consumido por la venganza.
El teatro, un lugar donde te escapas de tu realidad durante dos horas y media, pero donde encuentras otras formas de la realidad, quizá más profunda. No en vano el objetivo primitivo del teatro era purgar los males de los espectadores mediante la catarsis.

lunes, junio 29, 2009

Un premio y siete rarezas

Mi querido Jlin me ha otorgado un premio bloguero que se llama "7 rarezas" y mi primer obligación es agradecérselo, así que, aquí va: Muchas gracias por acordarte de mí y pensar que merezco un premio, aunque mi blog sea intermitente y en ocasiones muy repetitivo.
La segunda condición que he de cumplir es enumerar 7 rarezas sobre mí y eso, con los tiempos que me corren, es terreno peligroso:
1. Lloro con demasiada facilidad, sobre todo ultimamente: he llorado viendo a Michael Jackson bailando en el video de Black or White, por ejemplo.
2. Compro cajitas allá donde voy para guardarlas dentro de la mesa de mi salón y luego mirarlas a través del cristal.
3. Me encantan las películas musicales clásicas de Hollywood, como Cantando bajo la lluvia, West Side Story y demás.
4. Me apasionan las películas, series o narraciones en general, que tienen que ver con el viaje en el tiempo y puedo pasarme horas hablando de Marty McFly o del día de la marmota.
5. También me gustan las versiones: parodias, precuelas, secuelas, menciones, intertextualidades...siempre que estén bien hechas, claro.
6. Me he enganchado a Perdidos, pero resisto a la tentanción de bajármela de Internet y prefiero esperar a que me la echen en Cuatro.
7. Mi lugar preferido para estar es en el agua: bañera, piscina, río, parque acuático, o, por supuesto, mar. ¿habré sido sirena en una vida anterior?

Y por último, me queda mencionar 7 blogs, pero no creo que visite tantos. Allá van mis habituales:

viernes, junio 19, 2009

Toscana

Hoy ha sido el último día de clase: ¡¡¡yujuuuuuuu!!!. Ahora sólo me queda corregir los últimos exámenes de recuperación, poner notas, reunirme con mis compañeros para discutir las notas, redactar la memoria (amarga) de este curso y volar. He cambiado la foto de la cabecera porque ahora es mi horizonte. Nos vamos a Italia y nuestro viaje empezará en la Toscana.
Siempre que he oído ese nombre evocaba un lugar muy cinematográfico y literario, pensaba en un espacio romántico, al uso de las películas americanas. Ahora, desde que decidimos que sería el punto de partida de nuestras vacaciones italianas me suena a liberación, a descanso y a optimismo.
Me imagino a mí misma tomando chianti mientras contemplo una puesta de sol en esos campos, o boquiabierta ante el David de Miguel Ángel (al que amo en secreto desde que alguien, en un pasado muy lejano, me trajo una reproducción de Italia, hace 20 años), o conduciendo por carreteras rodeadas de viñedos y olivares, o dejándome conducir mientras tarareo alguna cancioncilla y miro alternativamente por la ventanilla y al conductor, al que me voy a dedicar por completo durante esos días.
Estas imágenes han sido las que me han hecho soportar las últimas semanas en clase, con todo el mundo cansado, mosqueado, protestando, exigiendo lo que no dan, preocupándose ahora por aquello de lo que han pasado durante los ocho meses anteriores. Y es la evocación de esas imágenes las que me han hecho aguantar, tirar del carro con mis dos talleres de teatro de adolescentes con más ego que Penélope en la recepción de su óscar.
Aún me queda un día más: el lunes mis desaprendices de actores estrenarán por primera y última vez sus obras. Entonces estarán solos ante el público y ya será su trabajo.
Estoy deseando ver a Paula lanzar al aire los tres sombreros de copa.

martes, junio 02, 2009

Picores

Este año mi eczema, habitual en los pies y algunas veces tímido en los dedos de las manos, se ha apoderado de la palma de mi mano derecha. En un libro sobre los orígenes psicológicos de las enfermedades leí que cuando tus manos enferman tu trabajo va mal. Curiosamente, en mi última época en la Asamblea tuve una tendinitis en la mano derecha e incluso me salió una verruga misteriosa en el dedo corazón que desapareció cuando dejé aquel trabajo y comencé en la docencia.

Ahora, como decía, la piel de la palma de mi mano derecha se vuelve fina, como de papel, y se rompe, haciéndome unas grietas muy dolorosas. Antes de que la piel se rompa hay unas curiosas burbujas llenas de un líquido que hacen que la piel me pique de un modo horrible. Ya sé, desocupado lector, que no ha de ser muy agradable encontrarte esta descripción. Sobre todo si has llegado hasta aquí en tu ociosa sobremesa, antes de volver al duro trabajo. Perdona.

Hoy estoy pasando un día terrible con mi mano derecha. Me pica una barbaridad. Ya no sé qué crema, jabón o aceite echarme para calmar el picor y el dolor. Eso me crea una sensación de desasosiego y angustia que me inquieta y me pone de muy mal humor. 

Además, parece que no hago más que cagarla con mis comentarios. Esta semana al menos cuatro personas se han sentido molestas por algo que he dicho o que he hecho. Así que pienso que debería callarme del todo, o mejor, meterme en algún sitio recóndito, donde nadie me encuentre, donde no vea a nadie a quien pueda molestar. Porque ¿qué más me da a mí si se cena o se come? ¿qué me importa si el día 29 o el 30?, en realidad ¿qué interés tengo en tomarme unas copas o no tomármelas? ¿qué más da si se escriben poemas de amor o de amistad, o proverbios chinos sobre la sabiduría? ¿tiene alguna importancia tardar media hora o cinco minutos en llegar a la playa? ¿qué más da todo? y ¿por qué me empeño en discutir, o en sugerir, o en proponer?.

Y finalmente ¿qué tengo que hacer para dejar de estar angustiada, agobiada, triste? ¿qué puedo hacer para que deje de picarme tanto la puñetera mano?

lunes, mayo 18, 2009

Defender la alegría

Defender la alegría como una trinchera 
defenderla del escándalo y la rutina 
de la miseria y los miserables 
de las ausencias transitorias 
y las definitivas 

defender la alegría como un principio 
defenderla del pasmo y las pesadillas 
de los neutrales y de los neutrones 
de las dulces infamias 
y los graves diagnósticos 

defender la alegría como una bandera 
defenderla del rayo y la melancolía 
de los ingenuos y de los canallas 
de la retórica y los paros cardiacos 
de las endemias y las academias 

defender la alegría como un destino 
defenderla del fuego y de los bomberos 
de los suicidas y los homicidas 
de las vacaciones y del agobio 
de la obligación de estar alegres 

defender la alegría como una certeza 
defenderla del óxido y la roña 
de la famosa pátina del tiempo 
del relente y del oportunismo 
de los proxenetas de la risa 

defender la alegría como un derecho 
defenderla de dios y del invierno 
de las mayúsculas y de la muerte 
de los apellidos y las lástimas 
del azar 
y también de la alegría.

Me decanto por este poema optimista para homenajear a Benedetti.

martes, mayo 05, 2009

He cambiado la cabecera para recordar Praga un poquitín. Y es que tengo ganas de vacaciones. Este curso se me está haciendo terrrrrrrrrrrriblemente largo y parece que no va a acabar nunca. No he terminado de escribir un examen cuando ya tengo que corregirlo (claro), preparar el siguiente tema, y así con tres cursos diferentes todo el rato, como una piedra de Sísifo que cae y tengo que empujar hasta arriba y vuelve a caer, y vuelta a empujar....
Además están mis alumnos actores, este año increiblemente apáticos, aburridos, torpes (salvo honrosas excepciones) y que están haciendo que me cueste un mundo llevar a cabo los montajes que había pensado. ¡Qué diferencia con el placer que me producía el taller de teatro el año pasado! A veces creo que me he equivocado al elegir el texto. A veces Tres sombreros de copa me parece aburrido hasta a mí, y eso que me encanta.  Ya no sé que hacer para motivarles. No se aprenden una triste escena ni a la de tres.... ¿Cuándo va a acabar este maldito curso?
Estoy perdiendo los papeles día a día. Hoy le he dicho a un chaval que me ha preguntado una obviedad después de que llevaba toda la hora hablando de lo mismo que dejara ya las drogas. Me he pasado tres pueblos. Y lo estoy pagando. Llevo toda la tarde pensando que me he pasado. Estoy segura de que eso es puro agotamiento. Así que cuelgo esa foto de la Isla de Kampa para recordar que hay otros lugares más allá del instituto y de mi pueblo. Que quedan solo dos mesecitos para poder largarme a ver mundo y para alejarme de los chicos, de los exámenes, de los paros parciales, de las reivindicaciones, los actores-marmota y los profesores-ardilla. Qué ganas tengo de vacaciones.

viernes, abril 24, 2009

Lágrimas

Hoy he tenido un día raro: en la biblioteca hacía mucho calor y los chicos entraban y salían, ciento cincuenta aproximadamente cada hora. Entraban, actuaban, votábamos, salían, entraban, actuaban, votaban, salían... y la calefacción estaba sorprendentemente alta, y yo miraba por la ventana acrobacias brasileñas, vigilando corazones rotos, pies descalzos, temiendo descalabros. 
Un rato para ver hielo seco sublimar, levitar sobre su camita de gas, crepitar en una cuchara, empujar  al oxígeno de una pecera para apagar sucesivamente tres velas, disfrutando de la ciencia, ahora que ya soy, decididamente, una mujer de letras. 
Un mal encuentro en el pasillo, mucha rabia y me he desbordado. Así que he visto cómo me ponía a  llorar, sin poder evitarlo, por algo que normalmente no me afecta hasta ese extremo. Me encolerizaba más no poder parar de llorar que el hecho que aparentemente lo provocaba. Además me he sentido impotente porque nadie entendía que la causa de mi desconsuelo no era el encontronazo, sino alguna tristeza profunda que a veces se me sale. 
Un libro infantil sobre un oso ha terminado por vaciarme de lágrimas (eso creía yo). En un momento he llorado un río (no me acuerdo quién cantaba eso) y me he reído a la vez, emocionada por ver cómo hay quien sí sabe leerme, quién me toca en lo profundo. Y esa gente es la que hace que la vida valga la pena.
Digo que creía que había acabado de llorar, pero erraba. Intento descifrar las pistas de mi amig@ misterios@ (¿no es una cursilada esto de la arroba?) y los ojos se me llenan de lágrimas porque veo tiempos pasados y me parece que refulgen en la distancia.
No olvidaré aquella ilusión: "como a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado fue mejor" 

lunes, abril 20, 2009

Marsé: un cervantes "anómalo"

Hoy me he enterado de que Juan Marsé va a recibir el Premio Cervantes. Y le he escuchado hablar en la radio, con su habitual franqueza, de la falta de talento de los guionistas españoles (por eso el cine español va como va), y de su situación de escritor anómalo: su lengua materna es el catalán pero escribe en castellano. Le he oído recordar cómo hay muchos de esos escritores "anómalos" que no escriben en su lengua materna, pero que son grandes: Conrad, Kafka, Kundera...
Marsé es siempre sorprendente: sus novelas tienen una pátina de pobreza, mugre de posguerra, que te hace entender a los personajes, compartir lo que viven y disfrutar con sus mundos paralelos (como Shangai, por ejemplo). Todavía me queda mucho Marsé por leer y eso me alegra, porque todavía me queda mucho mundo por recorrer de su mano, y sin salir de Barcelona.
Pero es que además Marsé me gusta por cómo se manifiesta, sin pelos en la lengua, igual para decir que no hay talento en el cine español, que para señalar que la ganadora de un premio Planeta no hace literatura o para aseverar que Cataluña siempre será bilingüe y que eso nos seguirá dando la posibilidad de escritores anómalos como él que no tienen ningún problema en utilizar dos lenguas sin preocuparse de política ni de ideología, sino de hacer lo que les viene en gana con ambas, que para eso son suyas.

viernes, abril 17, 2009

La oscura red que brilla.

Dicen que Internet es el mejor invento de los últimos siglos: el lugar donde se encuentra todo y donde todos se encuentran. A mí me sigue  sorprendiendo descubrir que hay quien me descubre, me deja misteriosos mensajes en el blog, y se esfuma como vino, amaparado por la oscuridad de la red, despertando posibilidades en mis recuerdos, recuperando posibles veranos o probables primaveras, o, como es el caso, inviernos espero que imposibles .
Aquí dejo el rastro que me has dejado y que me ha provocado sensaciones encontradas. Si vuelves a pasar por aquí fíjate en cómo te recupero y te manifiesto. Manifiéstate tú. O, si quieres, juguemos a las pistas. Me divierte.


Nadie recuerda un invierno tan frío como éste.

Las calles de la ciudad son láminas de hielo.
Las ramas de los árboles están envueltas en fundas de hielo.
Las estrellas tan altas son destellos de hielo.

Helado está también mi corazón,
pero no fue en invierno.
Mi amiga,
mi dulce amiga,
aquella que me amaba,
me dice que ha dejado de quererme.

No recuerdo un invierno tan frío como éste.

Ángel González.

lunes, abril 06, 2009

La Semana Santa es un rollo cuando te la pasas mirando por la ventana que está detrás del ordenador.

miércoles, marzo 18, 2009

Contra el mundo

¿Alguna vez has sentido que el mundo estaba contra ti? Hoy yo me he sentido así durante toda la mañana: el reloj en mi contra, el bolígrafo que corría muy despacio sobre el papel, en mi contra, en todas partes había alguien que me pedía algo, que me exigía algo, que me regañaba por algo. Me he pasado toda la mañana corriendo de un lado para otro, rellenando impresos, pegando sobres en cartas, atendiendo a padres que llaman de repente por teléfono, haciendo fotocopias idiotas, asumiendo labores que no me da tiempo a asumir, y encima tengo que aguantar que Juan me regañe porque no acepta que le diga lo que pienso a la cara. Vamos, un día de perros.
Y el día no ha terminado porque ahora me sumerjo en la corrección de 20 oraciones por 32 alumnos, que hacen un total de 640 oraciones, si no me equivoco. 
¡Dios! ¿para qué habré hecho la multiplicación? Ahora me parece todavía peor...

martes, marzo 17, 2009

El fin de semana de esquí se ha convertido en tres días en Valencia: ¡me voy a las Fallas! Ya veremos como resulta la experiencia. ¡Tengo unas ganas locas!

viernes, marzo 13, 2009


Hoy hemos ido a andar por el campo un grupo de compañeros y creo que ha sido una magnífica manera de empezar el fin de semana. Sólo hora y media de caminata y una comida-merienda a base de vino, empanada, y té con pastas. A pesar de que éramos un grupo diverso, me he sentido a gusto y eso me reconcilia conmigo misma y con el mundo.

jueves, marzo 12, 2009

Juan Perro

Anoche, burlando la costumbre y desafiando al sofá, nos fuimos a ver a Juan Perro a la sala El Sol. Hace mucho tiempo que escucho su música y que la canto en todos los rincones, desde Escuela de Calor a El Carro. Da igual Radio Futura, Bola de Cristal o Raíces al viento, siempre me ha parecido un músico gigante. Pero, a la vez, me ha costado mucho poder encontrarle en un concierto. Así que cuando vi que tocaba en Madrid ni me lo pensé.
El Sol es una sala pequeña, con un rollo alternativo, que está cerquita de Montera. El público era diverso, pero mayor, muy mayor. Casi podría decirse que nosotros éramos los más jóvenes.
Perro se disfrazó de bluesman: sombrero con cintita de colores, camisa imposible, vaqueros lavadísimos y zapatos de piel de cocodrilo y punta kilométrica. Y así fue su música, blues en español, llena de resonancias de Nueva Orleans y Cuba, pero con letras cargadas de España. Me sorprendió mucho su aspecto. No sabía cuántos años tenía, ( y son 56), pero anoche, en ocasiones, parecía un chaval, cuando sonreía, bromeaba, lanzaba besos a las chicas ( o señoras) de las primeras filas. Sigo pensando que es un músico enorme, y que quedan pocos como él.
Una experiencia mágica, aunque hoy esté pagando el cansancio. Los años no pasan en balde, al menos para mí.

martes, marzo 10, 2009

Lo mejor del día: me he tomado unas cañas (demasiadas) en una terraza de mi pueblo, sentada al sol, con unas antiguas alumnas, ahora ya amigas, que han venido a buscarnos al insti a Ana(una compañera) y a mí. Hacía tanto calor que me he tenido que tomar cinco cervezas. Hacía tanto sol que se me han tostado los hombros que llevaba al aire. Ha llegado ya la primavera.
Lo peor del día: la constatación, una vez más, de que estamos solos en este maldito universo. Uno nunca encuentra eco para sus preocupaciones. Lo que a uno le parece un mundo dentro de su cabeza se convierte en humo ante sus ojos cuando lo pone en palabras, lo saca de su cabeza y procura que entre en las cabezas de los demás. Nada es importante, como no me he dado cuenta antes de todo, y todo pasará. 
Mientra pasa o no pasa, el sol me sirve de bálsamo.

lunes, enero 12, 2009

Los videojuegos: ese misterioso mundo

He caído en la trampa de los videojuegos. En casa ha entrado una PSP y si no juego una horita a los Sims todos los días parece que me falta algo. Un juego que consiste solo en vivir dentro de una maquinita: trabajar, limpiar, pagar facturas, dormir, cocinar, comer, ir al baño, ducharse, dar fiestas, y cuidar de un perro. O sea, nada que no hagas en la vida real. Y sin embargo, uno se pone a darle a los botoncitos y no puede parar ¿por qué?
Por no hablar de la nochecita del sábado que pasamos cantando ( o berreando) canciones del año la tana, de Abba y de Disney con el singstar.... 8 adultos pasándose el micro e intentando ajustarse a las notas imposibles de una segunda voz del dúo Manolo-Ramón. ¿Qué nos pasa?
Ahora comprendo que los chicos no quieran estudiar ni leer una novela ¿quién quiere leer teniendo todo el mundo en una maquinita de videojuegos?
Hemos llegado tarde a este mundo, pero nos ha enganchado igualmente.