viernes, abril 24, 2009

Lágrimas

Hoy he tenido un día raro: en la biblioteca hacía mucho calor y los chicos entraban y salían, ciento cincuenta aproximadamente cada hora. Entraban, actuaban, votábamos, salían, entraban, actuaban, votaban, salían... y la calefacción estaba sorprendentemente alta, y yo miraba por la ventana acrobacias brasileñas, vigilando corazones rotos, pies descalzos, temiendo descalabros. 
Un rato para ver hielo seco sublimar, levitar sobre su camita de gas, crepitar en una cuchara, empujar  al oxígeno de una pecera para apagar sucesivamente tres velas, disfrutando de la ciencia, ahora que ya soy, decididamente, una mujer de letras. 
Un mal encuentro en el pasillo, mucha rabia y me he desbordado. Así que he visto cómo me ponía a  llorar, sin poder evitarlo, por algo que normalmente no me afecta hasta ese extremo. Me encolerizaba más no poder parar de llorar que el hecho que aparentemente lo provocaba. Además me he sentido impotente porque nadie entendía que la causa de mi desconsuelo no era el encontronazo, sino alguna tristeza profunda que a veces se me sale. 
Un libro infantil sobre un oso ha terminado por vaciarme de lágrimas (eso creía yo). En un momento he llorado un río (no me acuerdo quién cantaba eso) y me he reído a la vez, emocionada por ver cómo hay quien sí sabe leerme, quién me toca en lo profundo. Y esa gente es la que hace que la vida valga la pena.
Digo que creía que había acabado de llorar, pero erraba. Intento descifrar las pistas de mi amig@ misterios@ (¿no es una cursilada esto de la arroba?) y los ojos se me llenan de lágrimas porque veo tiempos pasados y me parece que refulgen en la distancia.
No olvidaré aquella ilusión: "como a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado fue mejor" 

8 comentarios:

No diré res de mi... dijo...

Parece que te hace falta algo de diversión. Prueba a ver qué tal...
http://www.youtube.com/watch?v=P3piWXq_y20&feature=related

Anónimo dijo...

Las afinidades electivas.
En la red. Uno (o una) de ellos (o ellas).

De un lugar del pasado.

Jlin dijo...

"...sino alguna tristeza profunda que a veces se me sale..."

Todos llevamos algo de eso con nosotros y si quieres mi opinión sincera, es más que bueno dejar que salga de tanto en tanto, no deja de ser un sentimiento muy humano y llorar puede llegar a ser un delicioso y necesario desahogo.
Espero que sin embargo que esa sonrisa tuya que recuerdo con muchísimo afecto haya vuelto a iluminar tu rostro.
Un beso desde la (nublada) capital del Turia.

No diré res de mi... dijo...

Iternet
Pedro Páramo
El descubrimiento de América 1492-2008
La mar y la montaña
Las lentejas
La democracia
Los catálogos de Ikea
House

Raquel dijo...

Nada, que estoy más perdida que una mula en un garaje. ¿Será que he vivido ya tanto?

No diré res de mi... dijo...

Compañera usted sabe
puede contar conmigo
no hasta dos o hasta diez
sino contar conmigo.

Si alguna vez advierte
que a los ojos la miro
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro

a pesar de esa veta
de amor desprevenido
usted sabe que puede
contar conmigo.

Pero hagamos un trato
nada definitivo
yo quisiera contar
con usted es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo.

Quiero decir contar
hasta dos, hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio

sino para saber
y así quedar tranquilo
que usted sabe que puede
contar conmigo.

Mario Benedetti

Raquel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Raquel dijo...

Un canción para ti, a ver si encuentro los lazos:
http://www.youtube.com/watch?v=j0o77Kv8aLQ