lunes, junio 26, 2006

Han caído palotes, osea....

Me ha caído el tema 64: La novela en la primera mitad del siglo XX, y creo que lo he hecho bien, ahora, parafraseando a Unamuno: "que juzguen ellos"....

domingo, junio 18, 2006


Ateneo de Sevilla.1927. Acto de celebración del tercer centenario de la muerte de Góngora. Desde la derecha: Alberti, Lorca,Juan Chabás, Bacarisse, J.M. Platero, B. Garzón, Jorge Guillén, Jose Bergamín, Dámaso Alonso, Gerardo Diego. ¡Que monos! Posted by Picasa

sábado, junio 17, 2006

Una máquina del tiempo

Hoy he pensado que si tuviera una máquina del tiempo, me gustaría ir a parar a 1927, a la Residencia de Estudiantes, ser un genio literario o pictórico o musical, y participar de la juerga padre que se traían los de "la joven literatura". Resulta que en la celebración del centenario de la muerte de Góngora los tíos se pusieron a hacer diversos actos, entre ellos, conferencias, conciertos, ediciones de las obras de Góngora, ediciones de las obras de los amiguitos de Góngora, o ediciones de composiciones de poetas de la época en homenaje al susodicho, pero también, quemaron obras de Lope, de Quevedo, por enemigos; historias de la literatura y diccionarios literarios donde se le había tratado mal, e incluso, algunos, los menos "solemnes" (en palabras de Alberti), acabaron la fiesta regando con ácido úrico las paredes de la Academia (me imagino que la RAE). Qué fiestón. Debían de ser increíbles estos señores. Sólo ver la foto de Lorca y Dalí cogidos de la mano con Alberti, ya da una idea de cómo era España en aquellos felices 20. Lástima que la guerra acabara con todos ellos, exiliándolos, haciéndolos fascistas, recluyéndolos en casa, o, sencillamente, matándolos. Aunque no apruebe la oposición, siempre me quedará el haber encontrado estas anécdota en un libro. ¡Qué bonito es el saber!

domingo, junio 11, 2006


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Mañana de domingo

Hoy me toca "la creación del teatro nacional", suena como lo del la "formación del espíritu nacional", pero creo que esto es algo más edificante, al menos, más inocuo visto trescientos años después, aunque en su día tuvo bastante parecido con lo otro, pues también servía para comer cocos. Bueno, me despierto a las ocho y media y me digo, un poquito más, hasta las diez (para mí el sueño es importantísimo), pero, en mi mente no mando yo, así que se pone a pensar en tontás (como dicen los parraos), que si esto,que si lo otro, que si manrique, que si polifemo y galatea, que si el cuadro de vocales de Hallwag ????, en fin, que me tengo que levantar y ponerme a desayunar. Qué sorpresa: en cuatro, ese canal arqueológico, ponen El gran héroe americano, y me parto de risa viendo las ingenuas aventuras de Ralph, volando a trompicones para coger a unos mafiosos. ¡Qué felices éramos! Bueno, antes de sentarme a meterme a Lope de Vega entre pecho y espalda, he encotrado este poema que os pongo. Es un poco sensiblero, parece una canción de Alejandro Sanz, pero creo que está acorde con las ganas que tenemos ahora, María, Borja, Aurora, yo, por las oposiciones, pero seguro que otros por otras causas. Es de José Agustín Goytisolo, de la generación del 50, poesía de la experiencia, y está dedicado a su hija Julia:
Palabras para Julia

(José Agustín Goytisolo)


Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía, es mejor vivir
con la alegría de los hombres,
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto,
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno,
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.

Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname, no sé decirte
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.