martes, diciembre 16, 2008

El caballero de Olmedo


Raquel me envía un artículo donde aparece esta fotografía y tengo que escribir. Este es Jaime Olmedo, compañero insigne de la facultad. Se me vienen tantas cosas a la cabeza que no sé por donde empezar. Empezaré por contar cómo discutí con él en Literatura catalana tras escuchar su exposición sobre la poesía Salvador Espriu que se convirtió en una lista interminable de estadísticas y números sobre las veces que aparecía en La pell de brau la palabra Sefarad, o la palabra pell o la palabra brau. Le recriminé (dulces 23 años, llenos de inocencia y atrevimiento) que convirtiera la poesía en números, en estadística. Él me espetó a la cara mi torpeza y desconocimiento, llamandome medieval o algo por el estilo, trayendo a colación mi trabajo expuesto anteriormente sobre Tirant lo blanc que trataba sobre todo de la humanidad de los caballeros que retrató Joanot Martorell que se enamoraban, follaban y morían en la cama. Ahora, 15 años después, él sigue empeñado en contar y recontar cosas.
Seguiré por decir que no sé si me asusta más su calva con 38 años, o el hecho de que haya estado en Bolonia (dios, otra vez la chollobeca) o que haya dormido allí en la misma habitación que Nebrija, un tío del siglo XV (¿cómo estaría esa habitación?), o que haya escrito un libro de poesía (habrá contado cuantas veces ha puesto cada palabra, para que le saliera equilibrado), o que se lo haya editado Luis Alberto de Cuenca, o que tenga familia, o que obligue a todos sus trabajadores del macrodiccionario a irse juntos de vacaciones, o, finalmente, que diga esa frase tan ampulosa y apolillada "mandar es servir con excelencia"¿¿¿¿¿??????
Tengo que continuar señalando que hay en mi interior también cierta dosis de envidia al ver cuán lejos llegan mis compañeros de facultad, cómo coordinan obras monstruosas mientras yo me essssstreso por bregar con mis pequeños monstruos a diario.
Pero al menos, a mí no se me notan tanto los 37 como a él los 45 que parece que tiene.

viernes, diciembre 12, 2008

  • No me tengo que sentir culpable por decir no (tengo derecho a no estar de acuerdo con el otro o a no hacer lo que me propone)
  • Decir no no hace que se rompan las relaciones, produce relaciones más sinceras y autenticas
  • No me van a dejar de querer o de valorar por decir no. Me respetarán más y si pierdo algún amigo es que no lo era de verdad.
  • Cuando digo no no ataco a la otra persona ni soy maleducada, sólo hago valer mis derechos, me cuido, refuerzo mi autonomía y mi autoestima.

Pongo aquí todo esto que suena a libro de autoayuda porque tengo que empezar a practicarlo, a ponerlo en uso para ver si soy capaz de salir de esta cadena de autodestrucción, trabajo y tristeza en la que me mete mi baja autoestima y mi tendencia a querer agradar a todo el mundo aún a costa de mi misma.

martes, noviembre 04, 2008

Algo más feliz

Este finde largo he podido dejar de hacer cosas y concentrarme en hacer otras: he ido al cine, a pasear por Madrid, y al menos he liberado un poco mi alma del esclavismo del ordenador.

Gracias por vuestras palabras de apoyo, nenas. ¿Cuando quedamos?

jueves, octubre 30, 2008

Estados de ánimo ¿transitorios?

Últimamente dedico mucho tiempo a trabajar. Me paso tres o cuatro horas todos los días delante del ordenador, eso sin contar las horas que estoy allí, en la jaula con los leones. Cuando estoy buscando actividades, preparando clases, leyendo textos, aprendiendo literatura otra vez, no me doy cuenta de que el tiempo pasa. Sólo me doy cuenta cuando, de repente, ya se me ha pasado la hora de hacer ejercicio. Ya es demasiado tarde. Ya no he planchado, no he leído nada solo por gusto, ya no me he hecho la mascarilla semanal (ya sé que suena banal, pero ya estamos en unas edades...), ya no he visto una peli de las que tengo atrasadas, ya no he podido reírme un rato tonteando con Toñín, ya no he podado la flor de pasión, ni los rosales, ni he ido a echar un vistazo a las calabazas. Me doy cuenta cuando me empieza a doler el culo de estar sentada, y un poco los ojos de mirar la pantalla, y un mucho el codo de apoyarlo para mover el ratón.
En ese momento, me entristezco. Me apena ver que ha pasado otra tarde, aunque sea tan fría como esta inusual tarde de octubre. Que no he quedado con mis amigas para reírme, que no he ido al cine, otra semana más, que no me he dado un paseo por el campo, que no he hecho pan, que no he ido a ver la exposición del cine español en el Instituto Cervantes, o que no he ido al rastro.
El siguiente paso es el cabreo. Me cabreo, me indigno, me sublevo contra todo, y me recuerdo adolescente, guerrera, discutiéndolo todo, cuestionándolo todo, teniendo mala fama en el grupo por follonera, y me veo ahora adulta, condescendiente, sumisa, tragando, diciendo que sí a todo, porque ésta no se moleste, por no molestar a este otro, porque es mi obligación, porque se lo debo a los chicos, porque es mi trabajo, mi vocación.
Entonces aparece la tristeza otra vez, la conciencia del paso del tiempo, la llegada de la madurez, y la pérdida de la frescura, de la rebeldía. Y me doy cuenta de que soy mayor. De que lejos ha quedado ya mi espíritu combativo, que he abandonado la proclama incendiara ante quién fuese para quedarme con la queja a media voz ante pocos de los que tampoco me fío del todo. Percibo que el tiempo avanza con su rueda apisonándolo todo, y haciendo de mí alguien diferente que no me gusta pero con quien tengo que cargar, porque la vida es así.
¿Quién coño es esta tía que me ha suplantado? ¿Es ésta la invasión de los ultracuerpos?
O quizá sólo es el otoño.

jueves, octubre 16, 2008

Infancia

Ayer, en 2º de la ESO, mis alumnos tenían que buscar textos literarios sobre un tema que les gustara, y varios eligieron la infancia. Me sorprendió. Ellos, los chicos de 2º, que todavía la tienen tan cerca, que en realidad aún andan más en la infancia que en la adolescencia se resisten a dejarla atrás.... Pero algo pasa con la infancia. Ese momento de la vida nos marca tanto que todos vivimos anclados a él. Por eso hay tantos poetas que recuerdan su niñez en su obra. A Machado, por ejemplo, le encontraron cuando murió un papelito en uno de sus bolsillo con los que se consideran sus últimos versos: "esos días azules y ese sol de la infancia".

Tengo una tía bastante mayor con la que siempre he tenido mucha vinculación desde que era pequeña, mi tía Carmen, y tiene Alzheimer. Ella vive ahora su infancia y adolescencia otra vez. Cuando se casó, muy joven, se marchó del pueblo de Granada donde nació, pero ahora, con su conciencia perdida, su mente ha vuelto a Bejarín.

Cuando mis padres van a verla no les reconoce como mis padres, sino que cree que son personas de entonces, les dice que se va al río, o que va a ir a los melocotoneros. Le pregunta a mi madre por sus hijos, y ella le enseña fotos nuestras, aunque no nos reconoce. Cuando ve a mi hermana, la policía, y le pregunta a mi madre de qué va vestida y ella le contesta que es policía, se estremece y dice "uy, qué frío me da esa palabra". ¿Qué recuerdos le traerá? ¿Qué habrá pasado allá, en los años 40 y 50 en un pueblo pequeño de Granada, cuando todo el mundo sabía que mi abuelo era de izquierdas? ¿Por qué su mente enferma habrá decidido volver a la infancia? Quizá es el paraíso perdido que todos anhelamos durante nuestra vida y el cerebro, cuando se estropea, sigue mágicamente funcionando de alguna manera para volver a los recuerdos felices y sustituir la realidad triste de la vejez, la viudez y la soledad, con los recuerdos azules y soleados de la infancia.

jueves, octubre 02, 2008

Grandes momentos de la educación o porqué elegí este trabajo

Ayer llegué a clase de 1º de Bachillerato y me encontré un tremendo follón en el pasillo: un chaval insultando a otro y diciéndole "ya no te pones tan chulín", las chicas gritando al insultador, y el insultado diciendo "que no quiero problemas". Cogí al insultador para hablar con él. Es un chaval al que tengo especial simpatía: musculado (quizá más de la cuenta), chulito, presumido, con aires de donjuan de discoteca, vacilón, pero (y aquí viene la razón de mi simpatía), en realidad un chico que está algo solo, que no tiene grandes amigos, que saca los pies del tiesto muy a menudo, pero que es bondadoso sobre todas las cosas.
Cuando me puse a hablar con él y le eché una gran bronca, ya sabéis, el respeto, el saber estar, la responsabilidad que un chico de 18 años tiene que empezar a asumir.... llegó un momento en que le dije que era mi apuesta personal, que apostaba por su capacidad para sacar el curso y para ser todo aquello que se le exigía, y me quedé de piedra al ver que a aquel mazacote chulitopiscinas se le humedecían los ojos porque yo le decía que confiaba en él.
¿Es que nadie nunca le ha dicho a este chico en sus 18 años que es merecedor de confianza, que vale para algo? Qué solos estamos.
Doy gracias a este trabajo por depararme momentos como éste, en los que, a pesar de constatar cuánta falta de amor hay en el mundo, me siento útil durante un ratito pequeño.

domingo, septiembre 28, 2008

Vicky Cristina Barcelona

Me encanta Woody Allen, y he resistido todos los avatares de su cine de los últimos años, he disfrutado cuando le daba por hacer una peli en serio y otra en broma en la misma ciudad, con la misma actriz (Macht Point, Scoop), he disfrutado de Ewan McGreggor envuelto en una locura de ambición y amor franternal (El sueño de Cassandra), he visto tres veces, en el cine, el musical (Everyone says I love you), pero lo de esta tarde me ha aburrido soberanamente. Y menos mal que la hemos visto en versión original, porque creo que doblada es aún peor.
Penélope gritona, Bardem plano, Scarlett casi invisible, Barcelona preciosa. Es lo único que se salva: ver Barcelona con los ojos de Allen, pero la trama es un rollo, y los actores españoles, un coñazo. Nada, que no me ha gustado.

lunes, septiembre 22, 2008

La Facultad

Hoy he vuelto a la facultad, después de más de 10 años. Ha sido para hacer un curso sobre morfosintaxis que parecía un rollo, pero que luego ha resultado ser interesante, por lo menos la primera sesión. Pero lo más emocionante ha sido volver a reencontrarme con el espacio donde estudié la carrera. Sol y yo hemos entrado cogidas del bracete y diciendo, madre mía, madre mía. Todo está igual, los baños tan cutres, la cafetería apestosa, los banquitos donde nos sentábamos a repasar los apuntes de Historia de la Lengua, con sus pelusas eternas en el techo (deben estar allí desde que Raimon dio su famoso concierto en el que cantó Al vent), los bancos de piedra donde Estela "conocía" a su novio de entonces, las aulas donde nos torturaban los profesores, los corchos donde colgaban las notas, el mismo librero, catorce años después, diciendo las mismas cosas... En fin una realidad que permanece a pesar de que ya ha pasado mucho tiempo, y que me ha gustado reencontrar ahora que ya he cumplido el objetivo que me llevó a estudiar Filología: he vuelto al edificio B siendo profesora.

lunes, septiembre 15, 2008

Che, el mito.


Hasta ahora, el Che era uno de esos mitos setenteros que formaban parte de mi infancia. En algún lugar de mi memoria convivía con aquella foto de Cristo en la que se podía leer "Se busca", o con la eterna Marylin, en una foto parecida a ésta que os pongo, que recuerdo que incluso llegué a calcar y rallar en un espejo, para hacer un cuadrito, cuando iba a octavo de E.G.B., más o menos. Eran símbolos del momento que para mí se han convertido en iconos de mi infancia y adolescencia.
El Che era un absoluto desconocido para mí: apenas sabía que era argentino, revolucionario en Cuba, muerto en Bolivia...Sí, claro, el mito de la revolución, de las izquierdas, de la justicia social, pero poco más.
El viernes fuimos a ver la peli que le ha hecho Benicio del Toro, y lo cierto es que la película te muestra la cara del Che más mítica: el hombre perfecto, preocupado por la cultura de sus hombres, también por sus vidas; justo, pacífico, reflexivo, fiel a sus creencias políticas y a sus compromisos vitales (incluso con su esposa, muy lejos, allá en México), y con la creencia firme de que la revolución debía llevarse a toda América Latina. El hombre intachable. Al final, entendí porqué era esa la imagen que se da de él en la película: está basada en sus propios escritos durante la revolución cubana.
Aunque esa postura me chirría, creo que personajes como él son necesarios hoy, porque simbolizan, como los héroes mitológicos clásicos, posturas a las que el ser humano no puede renunciar, posicionamientos que deben mantenerse frente al poder establecido, frente a la aparente inamovilidad del mundo tal y como lo conocemos. Necesitamos figuras que nos muestren que otro mundo es posible, que nos hagan creer en la fuerza de la rebeldía y la justicia.
A pesar de que el tiempo se ocupe después de destrozarnos todas nuestras esperanzas, la utopía se construye caminando hacia ella.

jueves, julio 24, 2008

Hancock


Pues a mí me ha gustado. He leído críticas que la vituperan, pero yo disfruté de esas dos horas y pico de acción, amor, fatalidad, amistad, leyenda, misterio, diversión, en definitiva. Me gusta la idea de ver al superhéroe desde otra perspectiva, como ya ocurría en (perdón por la cita) Los increíbles de Pixar. Siempre apetece participar de la parte más humana del héroe. Y cada vez me gusta más Will Smith.

miércoles, junio 25, 2008

InCubando, Carmen Paris

Imitando a jsanto, yo también propongo un álbum, no sé si de la semana, o del mes, porque da para mucho:Carmen Paris, tachada de jotera-fusión por sus enemigos, presenta un disco en el que fusiona ritmos cubanos con melodías aragonesas. Esto es, es jotera-fusión, pero es genial. Aparte de su calidad vocal, es ingeniosa, irónica,tiene calidad musical, y cómo ella dice, es creadora, esto es, todo ha salido de su cabeza, un casiotone portátil y unos meses encerrada en un apartamento de La Habana. Os dejo un enlace para que la veáis cantando con Santiago Auserón una canción de un cubano, porque no puedo dejaros mi canción favorita del disco: "Para Aragón", sobre un poema de José Martí. http://es.youtube.com/watch?v=lPtj4DUg3no&feature=related

viernes, junio 20, 2008

La euromierdadirectiva sobre inmigración

Estoy MUY ENFADADA con los europarlamentarios socialistas que han votado a favor de esa MIERDA de directiva europea contra la innmigración. Viva Borrell, siempre le quise como presidente del gobierno.

lunes, junio 16, 2008

El incidente

Yo también me meto a crítica cinematográfica. Me encanta M.Night Shyamalan. Todas, todas, incluida La joven del agua o El bosque. ¡A mí me entretienen todas! Sí, es verdad que no hay otra como El sexto sentido, qué miedo sigo pasando con la señora de la bata rosa. Sí, es cierto que Señales es un poco apestosa a moralina. Pero me entretienen, me estremecen, me río. ¡Hasta me gustó El protegido, con ese rollo comic! Bueno, no os voy a destripar la peli, pero os la recomiendo, aunque luego tengas que convivir con el mal rollo y el sentido de la culpabilidad durante un par de días. Pero qué escenas de suicidios más convincentes (quitando los muñecos que caen de lo alto del edificio), y qué sensación de claustrofobia, aún en medio del campo, de sensación de que no hay escape. Y qué sentido del humor sigue teniendo el director para tratar temas como estos. Me quedo con una cita, atribuida a Einstein, que aparece en una pizarra en una de las primeras escenas: "cuando las abejas desaparezcan de la tierra, al hombre le quedarán a lo sumo 4 años" ¿escalofriante?

jueves, junio 12, 2008

Selectividad

¡¡¡¡¡He terminado la selectividad!!!!!! Sí, ya sé que este parece un post de hace....¿19 años? pero es que ha sido como revivirlo. Vaya palizón: comisionada por mi instituto para representar al centro, acompañar a los chicos, identificarlos si pierden el carnet, sujetarles la frente si vomitan ante la visión de los límites del examen de mates.... Me he pasado tres días sentada en la cafetería, la biblioteca, la sala de informática,¡el césped!, a veces sola, a veces con algunos de mis alumnos, divertidos, ocurrentes, palabroteros, en definitiva, adolescentes.
Mi capacidad de mímesis ha llegado hoy a su máxima expresión cuando me he oído a mi misma decir: "voy a ver si de una puta vez la gilipollas de los examenes los ha fotocopiao, y si no que le den por culo". Dios, qué mogollón de palabrotas en una sola frase, yo, una profe de lengua, que se supone que , bueno, ya sabéis, tiene que saber hablar bien, y eso.... Les he dicho: "chicos, me tengo que ir, me estoy metamorfoseando". Se mueren de la risa. He aprendido expresiones nuevas como "dejadme mazo, que estoy repasando a Kant", "esa tía va a su super puta bola", o "me voy a mi kelfo a comer". Al final, no sé quién es el profe de lengua aquí.

domingo, junio 01, 2008

Nicolás


¿Qué mejor razón para volver a escribir?Hoy se ha muerto mi gato y recurro de nuevo a la escritura para intentar paliar el dolor que siento. No puedo dejar de recordar tonterías que le he visto hacer durante estos seis años: beber agua con su pata, como si fuera una cuchara, pedir comida subiéndose en el respaldo de la silla, a punto de caer cada vez, jugar a buscar nuestra mano entre los barrotes del mismo respaldo, huir ante la presencia de la nariz curiosa de Simón, esconderse bajo el edredón del ruido "ensordecedor" del aspirador, tomar el sol en la mesa del salón, si es sobre unos apuntes importantes, o sobre unos exámenes por corregir, mejor que mejor, pedir caricias restregando su cuello por tu mano, en cualquier momento...tantas pequeñas cosas que son las que uno recuerda, que son las que quiero que queden en mi memoria, para hacerle un pequeño homenaje a un ser pequeño, insignificante, pero que voy a echar muchísimo de menos. Pido perdón anticipadamente a aquellos que pasen por aquí, lean esto y sientan que es ridículo que me sienta tan mal porque se me ha muerto un gato. Pido disculpas si a alguien le parece absurdo mi dolor. Quizá por eso, porque no es tan importante, las lágrimas me salen solo de un ojo...

jueves, febrero 21, 2008

Yuya

Ha llegado la hora de exorcizar un demonio del pasado: Hoy, sin darme mucha cuenta, y a cuenta de hablar sobre la variedad de gente que uno conoce en la Universidad, de repente me he visto contándoles a mis alumnos de segundo de bachillerato anécdotas sobre Yuya: cómo la conocimos, por qué se llama Yuya y cuál era su verdadero nombre, cuál era su canción favorita, cómo se llamaba el grupo musical de su novio y sus hermanos, cómo nos hicimos sus amigas, a pesar de todo, porque nos hacía muchísima gracia, tan rara, tan marciana, cómo nos traicionó y abandonó, cómo desapareció de nuestras vidas para siempre tras la chollo-beca de Bolonia...Ellos se morían de la risa y no daban crédito a mi incesante verborrea, y me pedían más y más. Mientras todo esto pasaba, yo me veía desde atrás, como los que tienen experiencias cercanas a la muerte y pensaba ¡qué haces!, ¡para ya, chica! ¡a quien se le ocurre! pero no podía parar. Luego, tras todo ese maremagnum de risas y falta de autocontrol, he pensado qué curioso ha sido sacar de nuevo a la siempre presente Yuya. Ya, hasta en las clases. De algún modo, hoy le he dado a nuestra Yuya carácter de héroe, o antihéroe, porque estoy segura de que alguno de mis alumnos contará alguna de esas anécdotas, cambiándolas seguro, deformándolas. Esas historias que tanto nos han hecho reir a nosotras, traspasarán ahora la frontera de nuestro círculo olímpico para ser ya parte de otros círculos, para provocar otras risas, que ya no son las nuestras. De algún modo, hoy Yuya ha empezado a ser útil: al menos hará reír a gente que ni siquiera la conoce.