martes, febrero 20, 2007

Tristeza.

Marisol y Borja se han casado. Desde el domingo estoy triste. No sé si estos dos hechos, en apariencia aislados, tienen alguna relación. Lo cierto es que el camino que me ha llevado hasta el 17 de febrero desde el momento en que conocí la fecha, ha sido un trayecto no muy largo, pero sí muy intenso. Que si la primera emoción, que si la preparación del famoso video musical, que si la intensa experiencia soriana, que si la tarde de compras con Belén y Aurora (Dios, esto sí que fue intenso), que si los zapatos, que si los pendientes...Luego, el día llega, y tardan en llegar las cinco de la tarde, como en el llanto a Ignacio Sánchez Mejías, y cuando llegan, todo pasa tan deprisa, todo tan lejano, todo tan fugaz. Ahora recuerdo los acontecimientos del sábado y los veo como si estuvieran sucediendo bajo el agua. Como en ese anuncio de medicamento para el constipado. Todo se mueve y yo estoy viéndolo despacio, intentado aferrarlo, intentando que no acabe. Procuro hablar aquí, reir allá, comentar, acompañar,disfrutar de mis amigas, del tiempo que he estado esperando estar allí con ellas, compartiendo ese momento. Ahora, dos días después entiendo a María, emocionándose cada quince minutos, demandando más encuentros, más fines de semana, más momentos para estar juntos. Es verdad. Quizá si hay una conexión entre mi tristeza y el sábado. Me parece que lo que me pasa es que en el día a día echo de menos los momentos que pasamos juntas. Me parece también que esto que siento es un poco exagerado. Me encuentro como cuando me gustaba un tío y no conseguía que él me hiciera el suficiente caso, y buscaba su atención y urdía estrategias para gustarle más, sin darme cuenta de que no iba a interesarle nunca y que no era necesario que le interesara, pues él tampoco era lo suficientemente interesante, era sólo otro patán más. Pero ahora ¿qué es lo que me pasa? Sé que mis amigas me quieren, que en cuanto levante el teléfono, allí están, pero las echo de menos. Estos días extraños de inviernera o primierno, en que hace calor, llueve, hace frío, no sé muy bien qué me pasa. ¿Será astenia primaveral?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que emotivo me ha resultado leer esto Raquel. Simplemente quería decirte, que ya que no estamos en contacto de otra manera te invito a visitar mi blog jlinopina.blogspot.com e intercambiar cositas de la vida, un besazo muy fuerte