martes, febrero 27, 2007

Charleta al sol

Hoy he hecho algo "prohibido". Tenía dos horas libres entre el final de mis clases y el ensayo del grupo de teatro, y entonces me he encontrado en el vestíbulo del insti con una de mis alumnas de 2º de Bachillerato, que me ha dicho que no tenía clase y que quería hablar conmigo. He salido con ella al patio y allí había otros cuatro o cinco chicos de la misma clase, que me han dicho: Raquel, vente con nosotros a dar una vuelta al campito de ahí detrás. Bueno, he contestado, es que * (nombre de la chica) quiere hablar conmigo. Vale, pero luego vienes. Bueno, vale. Y nada, he hablado con * y luego me he ido con ellos al campito. El campito está increíble. Como esta semana ha llovido está todo tapizado de verde intenso, un césped natural, hecho de hierbas salvajes, silvestres, hermosas. Hacía sol y los chicos estaban subidos en un cancho, una piedra de estas graníticas gigantes que hay por esta zona. Así que allí estaba yo, con ellos, dos horas riéndonos, recordando fragmentos de la hora chanante o de Padre de Familia, los Fragel, Friends, hablando de música, como si yo fuera también una adolescente. Me lo he pasado en grande, pero sé que habrá compañeros que no lo harían nunca, y que, desde luego, no lo entenderían o me recriminarían la familiaridad excesiva. Qué queréis, no puedo evitarlo. Me encanta estar con ellos, charlar, reír, no sé. A lo mejor es un algo de complejo de Peter Pan, no sé.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues que viva Peter Pan,me parece genial lo que cuentas mientras luego te hagas respetar como profesora. De hecho creo que es más difícil compaginar la familiaridad y cercanía con el respeto que ser simplemente un profesor tirano o lejano. Beset