domingo, septiembre 04, 2005

Terror doméstico

Me he encontrado un alacrán o un escorpión en el fondo de la piscina. Estaba yo dandome un baño refrescante después de un asfixiante paseo con el perro y veo en el fondo una cosa demasiado gorda para ser una brizna de césped, sobre todo teniendo en cuenta mi miopía. Me he acercado buceando, y cuando he identificado el elemento, he dado un bote que por poco me saca del agua. Que horror, lo he sacado con el recogebichos ese de tela, y lo he guardado en un murete, tapado con una tapa de plástico, para cuando venga Antonio enseñárselo. Lo más repugnante es que, para llegar al agua, el bicho ha tenido que pasar por el césped. Que horror, ¿y si lo hubiera pisado? ¿hubiera tenido que morderme el veneno como en las pelis del oeste? ¿hubiera muerto envenenada como Hommer Simpson en el capítulo de hoy? al menos a él le han dado 24 horas para hacer lo último que tuviera que hacer. Pienso ahora en lo cerca que está el peligro y en lo alegremente que vivimos sin pensar en ello. Por eso hay que disfrutar de cada momento que se nos pone por delante, porque puede ser el último, y sería muy triste morirse refunfuñando por la mala suerte, o porque el michelín se nota hoy más de la cuenta, o porque algún estúpido/a piensa de mí alguna estupidez. Retomemos a los clásicos: Carpe Diem

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo siento pero me agrada no haber tenido que sacarlo yo del fondo del mar,jajajaja ademas me has recordado a Hans que siempre se le ocurre un capitulo de los Simpons para amenizar sus comentarios.
Besos de la flacuchenta

Anónimo dijo...

Enjoyed a lot! Low cholesterol appetizer