lunes, septiembre 12, 2005

Y Hola a La Dehesilla

Ya tengo nuevo centro: La Dehesilla, en Cercedilla. Un pueblito serrano, en el valle de la Fuenfría, bajo el auspicio maravilloso de los Siete Picos. El Insti tiene buena pinta, da buen rollo, quizá porque el color que predomina es el verde, y dicen que el verde es un color relajante. Para llegar a este lugar he tenido una mañana terrible. Me levanto a las siete y media porque me habían citado en Villalba a las 9.30. La guía michelín me dice que tardo 36 minutos en llegar, así que he salido a las 8.30, con tiempo de sobra. Zas, atasco en la glorieta de Galapagar, qué horroroso es Galapagar. Y después, me pierdo por las calles del susodicho pueblo, qué horroroso es Galapagar. Intento encontrar la M-528 que se supone que me lleva a Villalba, pero harta de darle vueltas a un Galapagar en obras (no sé si he dicho qué horroroso es Galapagar), decido irme por la carretera por la que siempre voy a Villalba y que me lleva al polígono industrial P-nosecuantos. Cuando llego a Villalba son las 9.15. Y claro, estoy pa que me de un ataque. Voy pensando que llego tarde y que no me dan nada, que se me pasa el turno, y que me quedo todo el año sin curro, o lo que es peor, que tengo que volver a la Asamblea (nooooooooooooooo, eso no, por favor). Bueno, llego a la DAT Oeste, donde me habían citado, a mí y a tropecientos más de todas las especialidades. Milagrosamente he llegado a las 9.25, así que no llegaba tarde, pero, ah, ya habían empezado a llamar. Salía un tipo con gafas con el cigarrillo en la mano, decía un nombre, y se metía pa dentro. Los interinos expectantes comentabamos entre nosotros, qué especialidad es, qué número de la lista es, quién da la vez, bueno, terrible. Cada cierto tiempo indefinido salía el gafas y decía un nombre, y repetía dos que no estaban. Los ha estado repitiendo toda la mañana. Al azar, cuando pasaba algún afortunado con su nombramiento en la mano yo preguntaba: de qué especialidad eres, música, dibujo, escuelas de idiomas, economía. Pero coño, y lengua qué, nadie era de lengua. Pillo al gafas desprevenido por el pasillo, cuando sale del baño y le pregunto si han llamado a los de lengua, me dice que no. Ya son las 11.30 y a mi no me han llamado. Sólo quedo yo, uno de inglés, que tararea algo tirado en el suelo entre dos armarios, y un grupo numerosísimo y parlanchín de psicólogos y servicios a la comunidad ( no sé lo que es esto). Ya estoy pa que me de algo. Me acerco a la puerta y sale otro gafas, cuando voy a abordarle aparece un par de tíos, una de dibujo, uno de historia, que vuelven del instituto que les habían asignado porque cuando han llegado allí con su nombramiento les han dicho que la plaza que les habían dado no existía. La histeria se apodera de la DAT Oeste. El gafas numero dos se mete pa dentro. Yo me tengo que poner a hacer respiraciones de relajación y a sujetarme con un dedo el párpado inferior del ojo izquierdo, que parece que tiene el baile del pañuelo. Por fin sale, le abordo, con la voz trémula y me dice que ya me ha nombrado, pero por diossssssss, si llevo aquí desde las 9.25, que lo puedes ver en la nota del compañero de seguridad (ahora que me doy cuenta, he dicho compañero, ahí, con un gesto solidario). El tío me ha debido ver tan mal que me ha metido para dentro y me ha dicho: tienes una vacante de media jornada en boadilla (trabajo seguro para todo el año, pero mitad de sueldo), o una baja por enfermedad en cercedilla(no se sabe cuanto tiempo, sueldo completo, cuando se reincorpora el enfermo te mandan a otro centro). Qué hago. Me acuerdo de la hipoteca, del puto coche, de los gatos, del perro, y digo, sueldo completo. Así que me mandan con un papel que dice: Raquelita sustituye a Fulanita de tal que está mala, al instituto.
Segunda parte de la misión: llegar al instituto. Ala, carretera y manta, hasta cercedilla. Llego al pueblo y claro, me pierdo. El pueblo están en fiestas, veo una hawaiana, tres moscas con bolsas de basura por alas y coladores por ojos, muchas banderitas, y el consecuente desvío por fiestas. Como a lo único que he ido a Cercedilla es a bañarme a la piscina natural, y a hacer la ruta del mirador de los poetas, pues me voy con el coche para la zona de la montaña. Luego recapacito y digo, no, por aquí no va a ser. He llamado al insti y me han indicado. Me he vuelto a perder. Por fin, un apuesto policía municipal (será verdad eso de los uniformes????) me orienta y llego al centro, ubicado al ladito del Cementerio. Oh, que buenas vistas. Entro al centro, me llevan a jefatura y cuando digo, hola, vengo a sustituir a Fulanita de Tal, dicen al unísono la directora y los tres jefes de estudios: Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee. He visto mi vida en diapositivas. Fulanita no está mala. Han llamado a fulanita, y resulta que no, que la que está mala es Zutanita, así que, parece que al fin, me quedo en Cercedilla. Mañana reunión de Departamento, y ya veremos que pasa. Una cosa es segura: calor no voy a pasar.

2 comentarios:

Raquel dijo...

no se sabe, depende de lo mala que esté Zutanita. Es todo una incógnita

Anónimo dijo...

Ese pueblo tiene dos cosas buenas.Cosa nº 1:en el mes de enero no vas a ir a currar seguro que se quedan incomunicados.Cosa nº2:el policia ira a hacer el colegio con lo que ya le estas pidiendo el tlf pa mi menda.
Besos y mucha suerte en el cole nuevo.
Barsine.