martes, septiembre 21, 2004

Las tribulaciones de una profesora interina

Hoy ha sido mi primer dia de clase. Para empezar, me encuentro con una clase de 8 chicos cuando debía haber ventitantos. Me ha tenido que explicar un niño que los que faltaban estaban en otro aula porque al ser de diversificación (que es algo así como que no pueden con el nivel general y se lo bajan pa que saquen la eso), no dan lengua, sino otra cosa que se llama ámbito lingüístico o algo así. Bueno, los chavales bastante majos, calladitos (o tal vez dormiditos, porque eran las 8.30) y yo como un flan de nerviosa. No había cogido tiza, y estaba arañando con las uñas la pizarra. He tenido que bajar corriendo a la conserjería. Luego he tenido a los de tercero, 22 fieras que no dejaban de hablar. Marcelino, al que le gusta que le llamen Marcelo, es el lider de la clase, y el alborotador. Hace manitas con una niña morena que tiene al lado que se tapa todo el rato la cara con un jersey. Tengo que controlarle o se me comerá la clase. El resto revoltoso, pero bien. Ha habido un momento casi místico en el que todos estaban callados escuchando como les explicaba algo sobre poesía. Ha sido increible. Después me he ido a la biblioteca a catalogar libros. No me quito de encima la base de datos ni con agua caliente. Y por último los niños de primero de bachillerato, seriecitos, calladitos, atentos. Estos son los que más juego van a dar, y donde más cómoda voy a estar. Los de tercero, un reto: Meterse en la jaula con los leones cuatro días en semana y conseguir domarlos. ¿Me acabaré pareciendo a Angel Cristo?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esperemos que no tengas ni que liarte con Bárbara Rey, ni que recurrir a las drogas para poder domar a las fieras.
Por supuesto confío en que tampoco te va a crecer la chepa.
A ver si corregimos lo del nombre que sigo sin poder entrar con el mío.