jueves, noviembre 25, 2004

El trío calavera

Comentaré, para poneros en situación, que en mi centro solo hay gente de media vida, como diría Luis Peñas, o sea, que ya no cumplen los 45, y algunos ni los 50. Sólo Mariamparo, yo, y algún caso extraño somos de la generación de los treintaytantos. Bueno, exceptuando al trío calavera. Los he bautizado así a raíz de un altercado que sucedió ayer. Estos tres son los únicos profesores jóvenes, de sexo masculino y atractivos que tenemos a nuestra disposición, servidora sólo para mirar, que ya se sabe que soy una mujer decente, casada y respetable, pero claro, a una le gusta ir a los museos de vez en cuando. Hay uno de los tres que llamaremos H. que está TREMENDO, es inefable, y claro, gay. Bueno, los tres son gays, algunos más plumíferos que otros. Bueno, a los hechos. Mariamaparo y yo nos hemos apuntado a un seminario de profesores que se llama "convivir es vivir" que trata de como solucionar conflictos de convivencia entre la comunidad escolar. Pues allí nos plantamos ayer la Mariampo y yo, muy contentas al seminario, cuando aparece el trío calavera y se ponen en una esquinita a hacer dibujitos, a pasarse notitas y a murmurarse cosas en los oidos. Sí, con ese estilo marujil que tienen algunos gays y que ni las mujeres más marujas somos capaces de igualar. Y yo, que no ando falta de complejos tenía la maldita sensación de que se estaban riendo de mi y de Mariamparo, llamándonos, loli, charini, y cositas así. Me fui de la reunión con una sensación que hacía tiempo que no me detectaba. Tanto tiempo como tiempo hace que no voy a un garito a ligar. Y es esa sensación de que alguien está tomándose a coña a mi y a mis amigas y que yo, caballero andante de los bares de España, tengo que defender a los inocentes de las tropelías de los poderosos. Un subidón de adenalina me saqué de allí, que va a tardar tiempo en bajárseme. Pero no crean ustedes que ellos se fueron de rositas, que yo, cuando me enfado puedo ser bastante venenosa, y ya les dediqué algunas groserías sutiles que no puedo recordar, tal era mi ofuscación hormonal. Sé que les contesté así, porque mi Mariamparo me ha dicho que estuve muy bien y que les di un par de cortes. Ya les digo, señores, no recuerdo muy bien los términos del calentón que tenía.

Creo que el trío promete depararnos momentos gloriosos. Yo, por supuesto, se los iré contado

Suerte pa mi patatita taboadita este finde.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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